Los jefes de estado de Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, que se reunieron en la ciudad de Fortaleza, dedicaron el día de ayer a dar los últimos retoques al anunciado banco de los Brics. Dilma Rousseff, Valdimir Putin, Nasendra Modi, Xi Jinping y Jacob Zuma, luego de una larga discusión decidieron que será la ciudad china de Shangai la sede del New Development Bank (NDB), nombre oficial escogido para la nueva institución financiera mundial creada para competir con el Banco Mundial. El primer presidente será indio y su primer director brasileño.
La obsesión de Brasil de que no haya igualdad entre las partes se cumplirá a medias. Si bien el banco de desarrollo tendrá un capital inicial de u$s 50.000 millones, de los que cada socio aportará una quinta parte en el lazo de siete años, la entidad administrará fondos de inversión formados por los socios que no seguirán esa misma proporción de capital. Esos recursos, según informó el diario brasileño Valor Económico, no formarán parte del capital del banco y, por lo tanto, no influenciará el poder de voto de cada país. Pero, como admite un ministro brasilero, China es el miembro que tiene más dinero a disposición y ya anunció que colocará recursos en esos fondos, ampliando por ende su pider de influencia de hecho, sino de derecho, dijo Valor Económico.
El NBD funcionará como un banco de fomento y pondrá el foco inicial en financiar proyectos de infraestructura. Su flamante presidente, Modi, destacó que la entidad podría auidar a otras naciones emergentes en ese tipo de obras.
Previo a poder concretar su primer préstamos, el acuerdo que crea el banco Brics deberá ser aprobado por los Congresos de los cinco países. La presidencia tendrá un mandato de cinco años, sin derecho a renovación, y será rotativa entre los cinco socios (Brasil será el segundo). Y un detalle importante: si se incorporan nuevos miembros al bloque, los Brics originales conservarán siempre el 55% del capital.
Además del banco, los mandatarios también acordaron crear un fondo contingente de reservas por u$s 100.000 millones, que servirá para evitar presiones de liquidez a corto plazo, promover una mayor cooperación entre Brics, fortalecer la red de protección financiera mundial y complementar los acuerdos internacionales existentes. En este fondo China aportará u$s 41.000 millones, India, Rusia y Brasil u$s 18.000 millones cada uno y Sudáfrica u$s 5.000 millones.
Y también en este caso los detalles son interesantes. De acuerdo a Valor Económico, cada país tendrá un límite máximo que podrá pedir a sus socios. En el caso brasileño, por caso, el país podrá disponer de hasta una vez y media el monto que aportó. La idea, sin embargo, es que apenas una parte de entre 20% y 30% de ese monto sea liberada como préstamos inmediato. Para tener acceso al restante fondo, cualquiera de los países tendrá que tener un acuerdo de ajuste de sus cuentas con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
En tanto, Putin incluyó en la agenda del bloque la posible creación de un banco internacional de combustibles, con el objetivo de garantizar la seguridad del abastecimiento para sus economías. Además estudian acuerdos en el sector de satélites y la creación de una universidad de los Brics a través de internet.
Los líderes de los países emergentes, tomaron además posición de temas espinosos. En un claro apoyo a Rusia, condenaron las sanciones de los países occidentales a empresarios y funcionarios rusos por la crisis en Ucrania y, por otro lado, condenaron la continuada y expansiva construcción de asentamientos judíos en los territorios palestinos.