La escasa participación del electorado -sólo votó el 52,4 % de los habilitados- le quita contundencia a la victoria electoral del premier Abe, quien de todos modos quedó ratificado para continuar aplicando sus "Abenomics", basados en el estímulo fiscal masivo, la flexibilización monetaria y reformas estructurales, con los que espera sacar al país de la recesión.
Pero la economía no es su único foco. Abe planea implementar con leyes su interpretación de la Constitución pacifista de Japón, lo que permitiría a las FF.AA. participar en combate fuera del país en determinadas circunstancias. Abe también quiere volver a encender los reactores de las centrales nucleares del país, paradas desde el desastre de Fukuyima en 2011.
Hábil y experimentado, el primer ministro nipón aspira a que Japón recupere protagonismo mundial en momentos en que la economía de sus grandes vecinos asiáticos, China, y en mayor medida Rusia, dan señales de debilidad.