Todo indica que Escocia seguirá perteneciendo al Reino Unido de la Gran Bretaña. Los sondeos de último minuto vaticinaban anoche el triunfo del no a la independencia y una encuesta de la firma YouGov señalaba que el 54% de los habían anticipado su voto lo hicieron en forma negativa y sólo el 46% por el sí.
Los primeros resultados del referéndum sobre la independencia de Escocia comenzaron a conocerse anoche con el recuento en algunas circunscripciones con poca población, pero el desenlace definitivo del plebiscito se conocería en la primera mañana escosesa, luego del cierre de la edición de El Cronista.
La elección transcurrió sin dificultades a la vista, pero con una masiva participación de los ciudadanos, que fue récord. Votaron cerca del 80% de los 4,3 millones de electores que se registraron.
Los indecisos -que según las encuestas rondaban entre el 4 y el 10 %- fueron claves para volcar la balanza. Las grandes circunscripciones como Glasgow, con 486.000 votantes registrados, Edimburgo, con 378.000, y Fife, con 300.000 también fueron cruciales a la hora realizar el recuento final.
Los mercados financieros apostaron a que los escoceses rechazarían la independencia, y la libra y las acciones escocesas subieron en las últimas horas de votación.
El presidente francés, Francois Hollande, dijo que la decisión será decisiva para Europa y Gran Bretaña: Luego de medio siglo construyendo Europa, nos arriesgamos a entrar en un periodo de deconstrucción.
Los que se muestran a favor dicen que esos argumentos son alarmistas y ven un futuro brillante para una Escocia independiente en Europa, una sociedad más justa y posibilidades de cooperación económica y en defensa con Londres.
La estrella del tenis Andy Murray envió un poderoso mensaje de último minuto en apoyo de un sí por la independencia, y dijo en Twitter: Hagámoslo, después de mantenerse en silencio por meses sobre el referendo.
Por su parte Barak Obama, su apoyo a sus aliados británicos, al señar que quiere un Reino Unido fuerte, robusto y unido.
El primer ministro británico, David Cameron, que autorizó el referéndum convocado por el gobierno nacionalista escocés pasó ayer el día trabajando en su despacho de Downing Street, en Londres, sin dejarse ver durante el día y sin un plan de contingencia ante un eventual triunfo independentista en la consulta, según sus propias palabras.
La reina Isabel II sigue de cerca los resultados del referéndum de independencia en Escocia, según dijo esta noche un portavoz del palacio de Buckingham, quien destacó que la soberana ha reiterado su imparcialidad ante la consulta secesionista, como le corresponde por ser jefa de Estado del Reino Unido, si bien ha señalado que esperaba que los escoceses piensen con detenimiento la decisión que tomarían.