Con una participación un poco menor a la esperada, los franceses acudieron a las urnas para elegir a su próximo presidente. Probablemente influyó el hecho de que todas las encuestas lo daban como seguro ganador al candidato del Partido Socialista, Francois Hollande, un político moderado que le lleva varios puntos de ventaja al conservador Nicolas Sarkozy, con chances casi nulas para lograr la reelección.

El resultado de estos comicios tiene una influencia decisiva no sólo en Francia sino en el resto del continente, especialmente porque la propuesta de Hollande de priorizar el crecimiento al ajuste se contrapone al pacto fiscal firmado por los países que integran la zona del Euro, liderados por la canciller alemana Angela Merkel.

Además, si se tiene en cuenta de que Francia es la quinta economía mundial, la segunda europea y que su poderío militar está entre los más fuertes del mundo, es indudable que estas elecciones también repercutirán en el resto del mundo. Recordemos además que el euro es la segunda moneda de reserva mundial después del dólar y la UE es el mayor bloque comercial del planeta.

El tema es que Francia, que no resultó inmune a la crisis financiera que afecta a todo el continente, tiene una deuda pública que alcanzó este año el 85,8% del PBI y la tasa de desempleo llega casi al 10%, porcentaje que aumenta en la franja de los jóvenes. Aunque no está en recesión, su tasa de crecimiento es baja (se calcula un promedio de 0,5% para 2012) y el año pasado el déficit público que el año pasado llegó al 5,4% de su PBI.

Esta frágil realidad económica y las propuestas de Hollande para resolverla preocupa a los analistas. La revista británica The Economist escribió recientemente que "si Francia fuera el próximo país de la zona euro en entrar en problemas, la misma supervivencia de la moneda común estaría en duda".

También los ricos están preocupados con las políticas que prometió Hollande poner en práctica para salir de la crisis. Según una nota publicada hoy por la BBC, muchos franceses ricos están planeando mudarse a Gran Bretaña. “El miedo a que Hollande cumpla sus promesas y aumente los impuestos a las grandes fortunas sería la principal causa de este éxodo. El candidato socialista aseguró durante la campaña electoral que su intención es aplicar una tasa del 75% a las rentas superiores al millón de euros, una medida sin precedentes que convierte a Francia en un país poco atractivo para los ricos’’, dice la BBC.

Lo cierto es que la propuesta de Hollande de apostar al crecimiento tiene muchos seguidores en diversos países europeos en los cuales las medidas de ajuste han derivado en altísimas tasas de desempleo y en un clima de temor por parte de los consumidores que poco ayuda a revitalizar la economía.