La presidenta Dilma Rousseff almorzó ayer en Brasilia, con sus dos principales asesores - el ex ministro Delfim Netto y el profesor Luiz Gonzaga Belluzzo -junto a otros economistas para consultarles sobre posibles medidas para palear la inflación. Los asesores afirmaron que ninguno de los tres se opone al aumento de las tasas de interés ahora como una herramienta para controlar la inflación. Acerca de la posición de presidente, Belluzzo, dijo: "Ella no tiene ese tipo de dogma".
En la reunión, celebrada en el palacio presidencial, se discutió más, según el informe Belluzzo, la política monetaria y la importancia internacional de la reunión del BRIC en Durban (Sudáfrica), el equivalente de acuerdo a EE.UU. $ 30 mil millones "swap" entre Brasil y China, y la disposición de las reservas contingentes, por valor de $ 100 mil millones, para los países (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) para ayudarse a sí mismos en caso de una crisis monetaria.
"Brasil está dividido entre los que piensan que no puede haber un aumento en las tasas de interés, y los que piensan que las tasas de interés no pueden caer", dijo Belluzzo.
En la evaluación de los economistas, la inflación no se está acelerando con tendencia, pero sí "con poca rigidez." Desde el principio el régimen de metas en el año 1999 hasta ahora, el IPCA media es del 5,8%, y es a este nivel que la inflación debería volver este año, cuando decaen los aumentos de precios de los alimentos.
De acuerdo con los asistentes de la presidenta Dilma, Belluzzo estima que la economía va bien y que el gobierno está haciendo todo lo posible para estimular el crecimiento y combatir la inflación.
En tanto, el gabinete de Dilma evalúa si el país podrá cerrar el 2013 con un crecimiento del 3% del PBI y una tasa de inflación "alrededor" del 6% ", según Belluzzo, en vista de la campaña presidencial del 2014 donde la mandataria buscará la reelección.