El histórico anuncio, hace dos meses, de reanudación de las relaciones diplomáticas entre Cuba y Estados Unidos está convirtiendo a la isla caribeña en "la perla" que ahora todos quieren acariciar, desde empresas y turistas a instituciones educativas y bancos, pasando por organismos varios.

El viernes pasado EE.UU. dio otro paso en el deshielo al retirar a Cuba (después de 33 años) de la "lista negra" de países patrocinadores del terrorismo, salteando uno de los mayores obstáculos hacia la reapertura de las respectivas embajadas en Washington y La Habana. Aunque aún se mantiene el bloqueo económico, la iniciativa tiene un peso simbólico importante y no se da en solitario. El efecto dominó de la inclusión, si así se puede llamar, parece estar ya en marcha.

Días atrás, el nuevo secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), el ex canciller uruguayo Luis Almagro, afirmaba al asumir su cargo que el organismo debía "enterrar la Guerra Fría incorporando plenamente a Cuba", y que él trabajaría para eso. También la CAF, el banco de desarrollo de América latina, confirmaba su intención de desembarcar en Cuba, lo que lo convertiría en el primer organismo multilateral de crédito en hacerlo. "La idea es que Cuba pueda ser uno de los miembros de CAF", afirmó a Reuters Enrique García, su presidente ejecutivo. Si efectivamente la isla se incorporara a la OEA, también podría hacer lo mismo el BID, la otra gran entidad multilateral de la región.

El restablecimiento de las relaciones disparó el turismo a la isla. Y no tanto por los norteamericanos que quieren poner un pie en un lugar hasta ahora prohibido, sino sobre todo por europeos y latinoamericanos que desean visitar la isla socialista antes de que "deje de ser lo que es" una vez que el aluvión de empresas y turistas por la apertura de la economía transformen La Habana en una ciudad moderna, con publicidad de multianacionales por todos lados, BMWs y acceso a internet ilimitado.

El académico, un aspecto en el que Cuba es reconocido por su alto nivel, es otra área en la que varios países empiezan a poner la mira. Francia decidió semanas atrás reconocer los títulos universitarios cubanos, mientras que varias universidades estadounidenses ya expresaron su deseo de instalarse en la isla en los próximos años.