Las estafas virtuales están a la orden del día y una de las modalidades más frecuentes -por su efectividad y largo alcance- es una conocida como phishing.
Se trata de la técnica de ingeniería social por la que los delincuentes se contactan con las víctimas por correo electrónicos, haciéndoles creer que son determinada persona/empresa para incentivarlas a compartir sus datos personales.
Frente a la creciente amenaza de este tipo de fraudes, resulta importante tomar recaudos y desconfiar de los mensajes cuyos remitentes son desconocidos. A continuación, algunos consejos.
Si bien las estafas pueden variar en nivel de sofisticación, hay algunas marcas clásicas que pueden ayudar al usuario a identificar un correo malicioso.
En cuanto al contenido, se puede esperar que este sea impersonal; es decir, que no incluya el nombre del destinatario o incluso que se confunda en su género.
Además, al ser muchas veces traducciones incorrectas o literales que no aplican de igual manera en cada idioma, también suelen presentarse errores ortográficos; algo que no debería suceder si se trata de un mail de alguna empresa oficial.
Otro factor a tener en consideración es la dirección de correo del remitente. Al respecto, hay que saber que ninguna empresa o institución utilizará un correo electrónico personal o con dominio Gmail.com o Yahoo.es para enviarte una comunicación institucional.
En este sentido, el Banco de la Provincia de Buenos Aires, por ejemplo, escribió en su página web: "Las comunicaciones de nuestro Banco provienen de casillas de mail terminadas en: @bpba.com.ar y @bancoprovinciamail.com.ar."
Según explicó la entidad financiera, algunos otros elementos típicos en los correos fraudulentos son:
- Suelen pedirte que ingreses a enlaces o que descargues archivos: nunca lo hagas, porque incluso pueden descargarse programas maliciosos que roben información.
- Es habitual que esgriman amenazas como "tu cuenta se cerrará" o "será suspendida". No es la forma que tiene un banco de hablar con sus clientas y clientes.
- Solicitan que des una respuesta a la brevedad: nadie puede inducirte a responder cuanto antes. Es un gran motivo para desconfiar.
- Los mails falsos no responden al estilo de comunicación de los bancos.
