
Las webcams o cámaras web han pasado de ser algo que se instalaba en los hogares o en ordenadores portátiles para formar parte del día a día en las empresas. En los últimos tiempos, sobre todo a raíz de la pandemia, su utilidad ha quedado más patente que nunca, como también los problemas que generan las webcams que no son de calidad.
Toda empresa que se precie debe utilizar y facilitar a sus empleados buenas webcams. Son algo absolutamente necesario, y aquí vamos a profundizar en las razones que nos llevan a afirmarlo.
¿Por qué los trabajadores de una empresa necesitan webcams de calidad?
Con el trabajo remoto siendo prácticamente la norma habitual entre las empresas modernas, es fácil ver por qué es necesario equiparse con webcams de calidad. Son herramientas necesarias para los trabajadores, pero su utilidad y necesidad van un paso más allá. Actualmente, se han vuelto imprescindibles en prácticamente cualquier empresa, sobre todo en aquellas que tengan que contactar con personas de diferentes partes del país o de diferentes países.
Vamos a explicar con más detalle a continuación por qué en tu negocio debéis contar con buenas webcams si queréis crecer, ser más eficientes o, simplemente, mejorar la relación de la empresa con clientes, proveedores y/o socios:
Porque dan buena imagen al negocio
Si tu empresa tiene que contactar con clientes, proveedores o socios a través de una videoconferencia o videollamada, no hay nada que dé peor imagen que mostrar, valga la redundancia, una imagen de mala calidad. Las webcams modernas son capaces de emitir a buena resolución y controlar muy bien la iluminación y colores. No es difícil ofrecer una imagen en vídeo que transmita la profesionalidad del negocio.
Sea por fluidez o por mostrar más nitidez, combinar webcams avanzadas con un buen encuadre y una buena iluminación transmite mucha seriedad. A la hora de llevar a cabo negociaciones, o simplemente para concretar cuestiones de trabajo, queda claro que la compañía no solo sabe hacer bien su trabajo, sino también que se preocupa por facilitar la comunicación y que cuida su estética. A fin de cuentas, esto último influye, y mucho en la imagen de marca de una compañía. Y eso, al mismo tiempo, afecta a sus relaciones con socios y/o clientes.
Porque facilitan el teletrabajo
El trabajo en remoto o teletrabajo es una modalidad que se está extendiendo muchísimo a lo largo de oficinas y de empresas. A raíz de la pandemia, muchos negocios han tenido que trasladar su carga de trabajo a las viviendas para evitar contagios y mejorar la seguridad de sus equipos. Tras esto, y aunque poco a poco se vuelva a la normalidad, poder ofrecer una modalidad de trabajo mixta está demostrando ser la mejor forma de ayudar a los empleados a ganar en calidad de vida.
Para poder implantar este sistema, es necesario que haya reuniones y una toma de contacto constante con los empleados. Y sí, esto implica llevar a cabo reuniones diarias en las que se necesita contar con cámaras. El problema es que, si estas no son buenas, es difícil que el teletrabajo fluya. Cortes, caídas, mala calidad y poca nitidez impiden que el equipo pueda organizarse bien, que pueda centrarse en el trabajo y que pueda mostrar contenidos para que el resto los vea como debería.
Huelga decir, que esto también se traslada a empleados que tengan que hablar con clientes, proveedores y demás socios. Las webcams son necesarias en los entornos de trabajo, sean oficinas tradicionales o home offices montadas para el teletrabajo.
Porque mejoran la comunicación en el equipo
Este punto va de la mano del mencionado anteriormente. Los equipos que teletrabajan, o que tienen a miembros que se han acogido a esa modalidad, necesitan estar en constante comunicación para poder coordinarse correctamente. Esto, aunque se puede facilitar por muchos medios, exige que haya reuniones de trabajo en vídeo con cierta frecuencia, muchas empresas recurren a lo que se denomina como "dailies" (videollamadas diarias) para ello.
Sin buenas cámaras, entran en juego las complicaciones. Si un trabajador tiene que enseñar el contenido de una pizarra o algún formato físico, o simplemente si tienes dificultades para hablar con el equipo, se complica la comunicación. Esto, al final, repercute en el desarrollo de las reuniones, repercute en el trabajo en equipo y, al final, afecta por completo a la productividad y rendimiento. Con cámaras web de calidad se mejora la comunicación y, por extensión, se mejora la productividad en una empresa. Es así de sencillo.
Facilitar un buen equipo de trabajo a los empleados, contar con unas buenas instalaciones en una empresa... Todo eso son aspectos que se dan por sentado a la hora de mantener un negocio, y precisamente las cámaras web son algo que ya forma parte del conjunto de herramientas de trabajo. En los tiempos que corren, con la digitalización y la flexibilidad laboral por bandera, fallar ahí es prácticamente suspender en innovación y eficiencia.








