En un mundo donde los animales de compañía ocupan un lugar cada vez más importante en los hogares, surge una pregunta que divide opiniones: ¿por qué hay personas que no les gustan los perros o no pueden conectar con ellos?
La respuesta, según expertos en psicología y comportamiento animal, está en la historia personal, las experiencias tempranas y la empatía. Se trata de un hecho aislado con el afecto que sí podrían llegar a tener por personas.
La psicología explicó por qué hay personas que no le gustan los perros
En una nota con El Tiempo de Uruguay, la médica veterinaria y etóloga Carolina Alaguna Cruz explicó que todo tiene que ver con las interacciones de la infancia hacia los perros u otros animales domésticos.
"Es decir, las personas que crecieron rodeadas de naturaleza, con perros y gatos a su alcance y con buenas interacciones con ellos, generalmente son personas que les tienen empatía y los quieren", aseguró la especialista.
Una mala experiencia pueden marcarlos de por vida
Alaguna Cruz insistió en que, si las personas vivieronsituaciones traumáticas o de miedo con animales, pueden desarrollar rechazo o indiferencia. De esta manera, se les dificultará acercarse nuevamente y generar confianza con un animal.
Sin embargo, afirma que se puede solucionar: "Cuando se les trata esa situación, muchas veces la superan y si bien puede que no adopten un animal, sí empiezan a convivir con ellos".
La familia influye en el cariño a los perros
No solo las experiencias traumáticas moldean el gusto a los perros, sino que la misma familia podría inculcarle ideas desde chico para alejarse de estos animales.
"Por ejemplo, los hijos de papás o mamás a los que no les gustan los animales y que siempre les han dicho que no se les acerquen o no los toquen, es muy posible que crezcan con esa mentalidad", explicó la veterinaria acerca de una situación general, aunque no siempre es una regla.
Por su parte, el veterinario Guillermo Rico coincidió en que "eso ayuda muchísimo para que la gente tenga una predilección hacia las mascotas", aunque puede haber excepciones.
"También hay un feeling, un poquito innato porque dentro de una misma familia puede haber una persona que tienda a buscar un poco de más de contacto con los animales que otra", concluyó.
Las diferencias en las culturas
En un artículo del diario británico The Independent, el autor del libro En defensa de los animales, John Bradshaw, remarcó que la naturaleza humana generalizada de tener a los animales dentro de casa.
Su idea se basa en la teoría de que, después de que el hombre comenzó a domesticar animales salvajes hace 15.000 años y los llevó a vivir con él, los cambios genéticos dieron paso a especies domésticas y que se convirtieron en animales de compañía.
No obstante, el especialista advierte que no siempre es así. "Si bien los genes que promueven el mantenimiento de las mascotas pueden ser únicos para los humanos, eso no significa que sean universales", agregó.
Incluso, afirma que hay culturas que no están familiarizadas con esta costumbre: "No todas las sociedades tienen una tradición de cuidado de ellos e incluso en occidente hay muchas personas que no sienten afinidad".
¿Son mejores las personas que aman a los animales?
Los especialistas coinciden en que una persona que ama a los animales, tiende a generar sensaciones de empatía y compasión, las cuales también transmite a otras personas. Más allá de este punto a favor, no concluyen en que son mejores que otras.
"Yo no hablaría de mejores personas o de que tienen más valores. Que una persona quiera más a los animales que otra, o que demuestre más sensibilidad que otra, posiblemente solo significa que es más sensible hacia ese aspecto de la vida, pero no significa que sea mejor persona", sostuvo Rico.
Ahora bien, afirmó que quienes maltratan a los animales "sí tienen mal su escala de valores y no son buenos seres humanos e incluso se les puede catalogar como sociópatas".