En esta noticia
El truco para que el horno quede como nuevo sin usar detergente ni bicarbonato
Uno de los aspectos más llamativos y fundamentales de este truco definitivo es que no requiere la utilización de bicarbonato de sodio, detergente o algún desinfectante costoso que resulte difícil de conseguir, si no más bien todo lo contrario porque para dejar el horno impecable, será necesario tener vinagre blanco y sal.
Gracias a su importante contenido de acidez, el vinagre actúa directamente sobre la grasa para removerla y que sea mucho más sencillo quitarla. Por su parte, la sal funciona como un abrasivo que favorece la eliminación de los residuos adheridos al horno, ya sea en el interior como en el vidrio frontal.
Para realizar esta solución mágica que permite limpiar absolutamente todo el horno y dejarlo tan reluciente como el primer día, se necesitarárealizar un mezcla del vinagre y la sal para generar una especie de pasta, la cual ayudará a remover toda la suciedad.
Cómo hacer el truco mágico para que el horno quede impecable
Esta técnica permite que el horno vuelva a estar resplandeciente y que toda la grasa acumulada por el uso diario quede totalmente eliminada. No obstante, es importante seguir todas las instrucciones para que el resultado quede de la mejor manera.
- Lo primero que se debe hacer es mezclar en un bowl o recipiente partes iguales de vinagre y sal hasta que se forme una pasta de textura homogénea. Con la ayuda de una cuchara hay que revolver ambos ingredientes.
- Una vez que se tiene la pasta, hay que esparcirla sobre las partes del horno que están más sucias o que desean limpiarse. Para esto, se puede utilizar una esponja o un paño de microfibra.
- Cuando el líquido quede puesto en todas las superficies del horno, es fundamental dejarlo actuar durante 15 a 25 minutos para que el vinagre y la sal se impregnen bien a la suciedad acumulada.
- Pasado este tiempo llegará el momento de frotar y para esto es necesario tener una esponja nueva o un cepillo que ayude a quitar la grasa. En algunas partes puede ser más complejo de quitar y en estos casos se debe repetir el proceso.
- Por último, hay que enjuagar el horno con un trapo húmedo y secarlo con papel de cocina o un paño de microfibra que se encuentre limpio. Al secarlo, el brillo quedará en primer plano y el horno estará limpio nuevamente.