Japón, reconocido por su longevidad y su alta posición en el ranking mundial de la felicidad, guarda secretos ancestrales que podrían ser la clave de que sus habitantes lleven la vida de esa manera.
En el corazón de esta filosofía se encuentra el concepto de "ikigai", la razón de vivir que impulsa a los japoneses hacia una vida plena, feliz y satisfactoria. Este enfoque ha llevado a la adopción de hábitos nocturnos que promueven el bienestar físico y mental.
Según el estudio Ohsaki de la Universidad de Tohoku, aquellos que siguen estos rituales reportan una mejor salud y una vida más larga y feliz.
¿Cuáles son los 4 hábitos que hacen los japoneses antes de dormir para ser más felices?
Los hábitos nocturnos de los japoneses podrían ser una piedra angular de su felicidad y son el fruto de una antigua sabiduría que fusiona tradición, conocimiento científico y filosofía.
Rica en probióticos, fortalece el sistema inmunológico y mejora la salud intestinal, lo que a su vez facilita la digestión y la absorción de nutrientes. Además, su contenido proteico ayuda a reducir el colesterol LDL y su efecto reconfortante puede facilitar un sueño reparador.
Los japoneses recomiendan consumirla unas horas antes de acostarse, entre las 19 y las 21 horas, para disfrutar de sus efectos relajantes y prepararse para un descanso óptimo.
Aunque puede no ser factible a diario debido al gasto de agua, hacerlo una vez por semana, preferiblemente antes de la cena, puede ser una forma efectiva de desestresarse y promover un sueño reparador.
Acompañar el momento del baño con una atmósfera tranquila, mediante la luz tenue, velas o música suave, puede potenciar sus efectos relajantes.
El baño caliente antes de dormir ayuda a relajar los músculos y aliviar el estrés. (Foto: archivo)
- Irse a dormir temprano: a diferencia de la cultura occidental, donde la vida nocturna es común, los japoneses suelen acostarse temprano, entre las 10 y las 11 de la noche.
Esta práctica, respaldada por estudios recientes, sugiere que una rutina de sueño temprana puede contribuir al control del peso, la quema de calorías y la regulación de los niveles de glucosa y colesterol.
Acostarse y levantarse temprano, junto con un desayuno antes de las ocho de la mañana, son hábitos asociados con una mejor salud y bienestar a largo plazo.
- No dormir menos de 7 ni más de 8 horas: la duración del sueño es crucial para el funcionamiento óptimo del cuerpo y la mente. Si bien en la juventud se puede tolerar un sueño más corto, dormir menos de 7 horas puede tener repercusiones negativas en la salud a medida que envejecemos.
Por otro lado, dormir más de 8 horas también puede afectar negativamente el rendimiento cognitivo y físico. Los expertos recomiendan mantener un horario regular de sueño y asegurar entre 7 y 8 horas de descanso cada noche para mantener una buena salud y bienestar general.