Las cifras de contagios de coronavirus se siguen contando, aunque ya no reflejan números tan elevados como cuando la Argentina y el mundo vivieron la última ola que trajo la variante Ómicron.

El sábado se reportaron en el país 2986 nuevos contagios y los positivos totales llegaron a 8.970.196. Argentina se ubica ahora en el 11º lugar entre las naciones con más infectados, detrás de España. Además, se reportaron 71 muertos, con lo que la Argentina acumula 127.122 fallecidos y está en el puesto 13° a nivel mundial en cantidad total de decesos.

Mientras, los expertos en salud pública de la Organización Mundial de la Salud (OMS) afirmaron que ya empezaron a debatir cómo y cuándo declarar el fin de la pandemia.

Tras dos años de preocupación y alerta por el virus, los expertos en inmunología y virología esperan que lleguen días de calma y que el coronavirus evolucione como lo suelen hacer la mayoría de virus: a ser más contagioso, pero menos mortal.

Lo cierto es que se están evaluando tres posibles escenarios en base a el nivel de inmunidad dado por las vacunas que alcance cada población.

En un artículo de Business Insider España, Yvelise Barrios, vocal de la Sociedad Española de Inmunología (SEI), dio su perspectiva poniendo como ejemplo el país ibérico: "En el caso de España, creemos que esta última ola de Ómicron, que ha sido extremadamente contagiosa y ha aumentado la inmunidad natural más la alta proporción de población que tenemos inmunizada con 2 dosis e incluso 3, nos permitirá tener un escenario favorable si no surge una variante extremadamente diferente a lo que hay ahora", advierte sobre el primer escenario que sería el más favorable y que se espera que suceda.

"La opción más deseable es la de que el virus se convierta en un coronavirus endémico, que provoque una infección endémica. Y que, con ello, se gripalice el fenómeno", dijo también al medio español el doctor Marcos López Hoyos, presidente de la SEI.

"La situación de pandemia que hemos vivido no va a ser la misma. Se va a ir conviviendo de una forma mucho más pacífica con el virus", dijo, por su parte, Isabel Sola, investigadora del Centro Nacional de Biotecnología (CNB) del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).

Sin embargo, hay otras opciones que se están evaluando. Por ejemplo, ¿qué pasaría si aparecen otras variantes que resultan más peligrosas que Ómicron? En este caso, una vez más, juega un rol fundamental la vacunación.

"Hay otro escenario menos favorable. En este, siguen apareciendo variantes como Ómicron, que igual no son muy graves, pero sí muy contagiosas. Si aparecen en sitios del mundo donde todavía el acceso a las vacunas es muy limitado, podrían dar lugar a que surjan entonces variantes de escape", dijo el Jaime Jesús Pérez, médico especialista en Medicina Preventiva, miembro de la Asociación Española de Vacunología (AEV).

En ese caso, se necesitarían refuerzos a corto plazo, como ha sucedido hasta ahora. O una vacuna más potente y capaz de evitar nuevos contagios. "Claramente, se ve que no podemos estar haciendo refuerzos y refuerzos siempre con el mismo tipo de vacuna, como hemos hecho hasta ahora. Hay que buscar otras soluciones para poder inducir una respuesta más potente, más duradera y más efectiva", señala el inmunólogo.

Por último, el tercer escenario habla de la situación que podría generarse si este tipo de vacunas aún no estuviesen disponibles y la nueva variante fuera mucho más agresiva de lo que fue Ómicron. Si eso sucediera, el final de la pandemia entonces estaría mucho más lejos de lo que realmente está. "Es un riesgo importante. Creo que es la situación más peligrosa y esperamos que sea la menos probable", pidió López Hoyos.

Igualmente, Barrios cree que es muy complicado que surja una nueva variante con estas características porque la evasión de la respuesta inmune celular -que es la que debemos valorar en conjunto con la inmunidad humoral y la que sabemos que sigue actuando frente a las nuevas variantes- responde eficazmente incluso en los vacunados contra una versión previa del virus.