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Un reciente hallazgo de restos fósiles, con una antigüedad estimada entre 108 a 121 millones de años, reveló al megaraptorido más antiguo del mundo y la primera evidencia confirmada en Australia de un dinosaurio gigante en el continente.
La investigación, cuyos resultados se publican en el Journal of Vertebrate Paleontology, aportan datos inéditos sobre la historia evolutiva de los carcharodontosaurios -que significa lagarto con dientes de tiburón-, una jerarquía de depredadores que dominaban la región.
Un descubrimiento que reescribe la historia de los dinosaurios
El trabajo se basó en el estudio de cinco fósiles de terópodos hallados en la costa de Victoria, al sur de Australia. Los restos se encontraban en las formaciones geológicas Strzelecki (Bass Coast, con una antigüedad de 121,4 a 118 millones de años) y Eumeralla (Otway Coast, de 113 a 108 millones de años).
Los fósiles muestran datos llamativos sobre la organización de dinosaurios carnívoros: megaraptoridos de gran tamaño, entre seis y siete metros de largo, que convivieron con carcharodontosaurios más pequeños, de dos a cuatro metros, y con los ágiles depredadores unenlagiines, también llamados “raptores del sur”, de aproximadamente un metro.
Este descubrimiento contradice así lo que se observa en otros ecosistemas, donde los carcharodontosaurios solían ser los más grandes de la cadena alimenticia.
“El descubrimiento de carcharodontosaurios en Australia es revolucionario”, señaló Jake Kotevski. “Es fascinante ver cómo la jerarquía de depredadores en Victoria difirió de Sudamérica, donde los carcharodontosaurios alcanzaron tamaños similares al Tyrannosaurus rex, con hasta 13 metros de largo, superando a los megaraptoridos. Aquí, los roles estaban invertidos, lo que resalta la singularidad del ecosistema australiano del Cretácico", remarcó.
Dos de los fósiles descubiertos están entre los megaraptoridos más antiguos registrados, lo que ha llevado a los expertos a reconsiderar su línea evolutiva.
Fósil inédito de dinosaurio: por qué ofrece pistas sobre una conexión pérdida entre dos continentes
Además, los fósiles presentan indicios sobre el desplazamiento de los dinosaurios en el hemisferio sur. Puntualmente, el estudio sugiere que, durante el Cretácico Temprano, Australia y Sudamérica estuvieron unidas a través de Antártida durante el Cretácico Temprano, lo que también contradice la línea evolutiva de estos depredadores.
De esta forma, este hallazgo refuerza la idea de que los dinosaurios migraron entre las masas terrestres antes de la deriva continental, impulsando trayectorias evolutivas divergentes.
“Los hallazgos desafían las suposiciones previas sobre la jerarquía de tamaños en los depredadores de Gondwana, resaltando la fauna única del Cretácico en Victoria", explicó Dr. Rich.
Australia: un desafío prehistórico para los investigadores
El ecosistema australiano es un desafío para la investigación, ya que los patrones habituales observados en otros continentes no se respetan. Así, los hallazgos muestran un escenario inusual donde los megaraptoridos dominaban y los carcharodontosaurios ocupaban un rol secundario.
Todos los fósiles que se encuentran en la zona permiten a los científicos reconstruir el mapa evolutivo de los depredadores, abriendo continuamente diferentes líneas de investigación sobre los dinosaurios.