

Un estudio realizado por investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington en St. Louis ofrece datos alentadores sobre la seguridad de lecanemab, el primer tratamiento aprobado que logra ralentizar la progresión del Alzheimer.
Según la investigación, publicada en la revista JAMA Neurology, los efectos adversos graves asociados al fármaco son poco frecuentes y, en su mayoría, manejables en entornos clínicos reales.
Lecanemab fue aprobado por la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) en 2023 y representa una innovación clave en el abordaje de una enfermedad que afecta a millones de personas en el mundo.
Esta terapia con anticuerpos monoclonales actúa sobre la acumulación de placas de amiloide en el cerebro, uno de los primeros indicios de Alzheimer, y demostró prolongar la vida independiente de los pacientes.

Efectos secundarios: una preocupación que empieza a disiparse
Durante los ensayos clínicos previos a su aprobación, el uso de lecanemab despertó preocupación por la aparición de efectos secundarios como inflamación y hemorragias cerebrales, una condición conocida como anomalías de imagen relacionadas con amiloide (ARIA, por sus siglas en inglés). Sin embargo, los nuevos datos aportan tranquilidad tanto a profesionales médicos como a familiares y pacientes.
En el estudio realizado por WashU Medicine, que analizó a 234 pacientes con Alzheimer en estadios muy leves o leves tratados con infusiones de lecanemab, solo el 1% requirió hospitalización por efectos secundarios graves. Además, los investigadores encontraron que quienes estaban en fases más tempranas de la enfermedad tenían un riesgo menor de complicaciones.
Resultados consistentes con los ensayos clínicos
Los hallazgos del estudio coinciden en gran medida con los resultados previos de los ensayos clínicos. Del total de pacientes tratados en el centro médico de Washington, apenas el 1,8% de los que estaban en fase muy leve presentaron síntomas adversos, en contraste con el 27% de quienes ya cursaban un Alzheimer leve.
Las imágenes cerebrales de alta sensibilidad, utilizadas regularmente como parte del seguimiento clínico, permitieron detectar ARIA incluso en casos asintomáticos. De los 11 pacientes que sí manifestaron síntomas -como dolor de cabeza, confusión, náuseas o mareos-, todos evolucionaron favorablemente, sin fallecimientos registrados.
"La mayoría de los pacientes que reciben lecanemab toleran bien el fármaco", aseguró la doctora Suzanne Schindler, profesora asociada de neurología y coautora principal del estudio. "Este informe puede ayudar a médicos y pacientes a tener un panorama más claro sobre los riesgos reales del tratamiento".

Lecanemab, una oportunidad para tratar el Alzheimer en etapas iniciales
El lecanemab está indicado específicamente para personas en las primeras etapas del Alzheimer, cuando los síntomas son leves o apenas perceptibles. Al actuar sobre la proteína beta-amiloide, el medicamento puede retrasar el deterioro cognitivo y preservar por más tiempo la autonomía del paciente.
La doctora Barbara Joy Snider, también coautora principal del estudio y referente en ensayos clínicos de Alzheimer, advirtió que el temor a los posibles efectos secundarios puede llevar a retrasar el inicio del tratamiento, lo cual no solo reduce su eficacia, sino que aumenta el riesgo de complicaciones. "Los pacientes con los síntomas más leves obtienen el mayor beneficio y presentan el menor riesgo. Esperamos que estos datos ayuden a replantear las conversaciones entre médicos y pacientes", afirmó.
¿Cómo se administra el tratamiento?
Desde su aprobación, el Centro de Diagnóstico de la Memoria de WashU Medicine ha administrado lecanemab a través de infusiones intravenosas cada dos semanas. Durante el proceso, los pacientes son monitoreados mediante neuroimágenes avanzadas para detectar signos tempranos de ARIA.
En los pocos casos en los que se detectan síntomas moderados o graves, el tratamiento se interrumpe de inmediato y se aplica una terapia con esteroides, en la mayoría de los casos sin mayores complicaciones.
Perspectivas para la expansión global
Aunque por el momento su uso se concentra en EE.UU., los datos de seguridad y eficacia de lecanemab podrían impulsar su aprobación en otras regiones del mundo. En Argentina, donde el Alzheimer afecta a más de 500.000 personas, la llegada de tratamientos como este representa una posibilidad concreta de cambiar el curso de la enfermedad en sus fases tempranas, cuando aún hay margen para preservar la calidad de vida.
La validación clínica de lecanemab fuera de los ensayos formales refuerza su valor como opción terapéutica y podría allanar el camino para su inclusión en protocolos de tratamiento estándar a nivel internacional.












