Las compañías de Turquía suelen lamentarse de la volatilidad de la moneda turca y del lento ritmo en el proceso hacia su ingreso a la Unión Europea. Estas realidades quizás este año sean una ventaja, al menos para las decenas de miles de empresas que dependen del turismo.
Durante 2008, la lira perdió una tercera parte de su valor contra el dólar y casi un 20% contra el euro. Los funcionarios turcos del área de Turismo esperan que, aún en un año de recesión, la ventaja cambiaria atraerá a los turistas. “Estar fuera de la eurozona es positivo para nosotros , dijo Ahmet Barut, presidente de la Federación Turca de Hoteles, que representa a 2.000 miembros.
Nadie espera repetir el crecimiento registrado el año pasado, cuando los ingresos del turismo treparon 18,5% a casi u$s 22.000 millones. La cantidad de visitantes extranjeros en realidad disminuyó 4% en enero, la primera caída en más de dos años.
Pero pese al lento inicio de las reservas para este verano (boreal), los ministros y analistas todavía pronostican que en 2009 aumentará el número de turistas. Turquía recibirá muchos británicos que no podrán vacacionar en los hoteles sobre playas de la eurozona porque su poder adquisitivo en libras esterlinas se vio severamente reducido.