Los conductores de los taxis negros de Londres tienen fama de ser conversadores, una característica que deslumbra a algunos pasajeros pero molesta a otros.

Ahora, los nuevos taxistas podrían recibir otro tipo de capacitación que tiene como propósito enseñarles cuándo deben dejar de hablarle a sus pasajeros.

La parte más importante de los requisitos para sacar la licencia para conducir taxis londinenses se denomina “The Knowledge , el mapa mental completo de las calles de la ciudad que a los conductores les lleva en promedio tres años aprender.

Pero según John Mason, director del área de regulación de taxis en Londres, aprender de memoria enormes sectores de la ciudad no prepara totalmente a los taxistas para desempeñarse en la moderna industria de servicios.

Como parte de la reforma del programa de licencias para conducir los típicos autos negros, Mason está pensando en agregar clases obligatorias sobre servicio al cliente, técnicas de manejo que permitan reducir el consumo de combustible y transporte de pasajeros discapacitados.

La capacitación en servicios al cliente cubrirá aspectos tales como recibir pasajeros, manejar situaciones de tensión y darse cuenta de cuándo un pasajero prefiere estar en silencio en lugar de mantener una conversación.

“Quizás a veces es mejor callarse la boca si uno percibe que el cliente tiene un mal día , comentó Mason.

Mason sostiene con firmeza que la capacitación no implica un reconocimiento tácito de que demasiados taxistas son insensibles a las necesidades de sus pasajeros -una crítica que a veces reciben.

“Este es un servicio reconocido a nivel mundial , señaló Mason. “Los taxistas son considerados algunos de los personajes más interesantes que uno puede encontrar en Londres. Pero siempre queda un margen para mejorar . La implementación de estos cambios dependerá del resultado de las conversaciones con el sindicato de taxis. Sin embargo, Mason agrega que hoy en día los choferes de los típicos black cabs londinenses enfrentan una intensa competencia de vehículos de alquiler privados, conocidos como minicabs.