La comisión de economistas encabezada por Joseph Stiglitz que está buscando la mejor forma de medir el desempeño económico y el progreso social, comentó ayer que los indicadores existentes tienen muchas fallas e hizo una serie de propuestas para mejorarlos. Sin embargo, pese a todo su complejidad, el mensaje de su informe es simple: una cifra no puede resumirlo todo.
Los especialistas señalaron que, con demasiada frecuencia, un medición estrecha, como el Producto Bruto Interno, se confunde con mediciones más amplias como el bienestar. Los gobiernos corren el riesgo de concentrarse en incrementar su tasa de crecimiento del PBI, considerándolo un fin en sí mismo, cuando no debería ser así porque esto puede llevar a distorsiones en las políticas y a un crecimiento insostenible, como lo demostró la crisis.
Por ejemplo, las acciones para controlar el cambio climático pueden considerarse perjudiciales para el PBI, cuando son beneficiosas para la sociedad.
“Lo que medimos afecta lo que hacemos. Si tenemos las mediciones equivocadas, trataremos de lograr cosas equivocadas , dijo Stiglitz, que es profesor de la Universidad Columbia y premio Nobel de Economía.
Además, la comisión señaló que el mal uso de un único indicador contribuyó a que el público desconfíe de las estadísticas.
Al lanzar el informe en París, el presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, opinó que los sistemas para dar cuenta del desempeño nacional ya no reflejan las aspiraciones, valores o experiencias de la gente, y esto es una fuente de desconfianza entre los ciudadanos y los gobiernos.
“En todo el mundo los ciudadanos piensan que les están mintiendo, que las cifras están equivocadas y que los están manipulando , señaló el presidente francés.
La comisión halló que el PBI tiene fallas incluso para medir la actividad del mercado. Jean-Paul Fitoussi, profesor del Instituto de Ciencias Políticas de París y coordinador del trabajo, señaló que el Producto Bruto Nacional (PBN), que incluye el capital neto que se paga hacia o desde el exterior de un país, sería una medición más apropiada en la era de la globalización.