El mercado de acciones de Estados Unidos puede quedar bajo presión vendedora en lo que resta del año debido a que numerosos inversores privados optarían por asumir pérdidas para reducir su pasivo impositivo.

Esta tendencia de los inversores a vender las acciones perdedoras que tienen en cartera para realizar pérdidas y usarlas para recortar su cuenta fiscal es un clásico. Sin embargo, dada la caída de 40% que se vio este año en el mercado de acciones de EE.UU., muchos están desesperados por mitigar el daño. Según expertos bursátiles e impositivos, esta situación podría llevar a la mayor oleada de este tipo de ventas hasta ahora. Los inversores pueden trasladar indefinidamente, con fines impositivos, las pérdidas a ejercicios posteriores y usarlas después para compensar futuras ganancias.

Este año, algunos de estos inversores han sufrido pérdidas tan grandes que podrían reducir lo que tienen que pagar en impuestos cada año, por el resto de sus vidas.

Randy Frederick, director de Trading y Derivados de la sociedad de bolsa Charles Schwab, estima que este año esta estrategia podría dejar el mercado bajo una presión vendedora particularmente fuerte.

Además, los hogares estadounidenses –que son propietarios de una cuarta parte de la capitalización de mercado de las compañías cotizantes del país, según datos de la Securities Industry and Markets Association– podrían diferir la venta de sus tenencias hasta los últimos días del mes, por la aversión a la pérdida. Aunque diciembre suele ser un mes razonablemente bueno para las acciones, el mercado ha declinado en el último día del año en nueve de los últimos 12 años, señaló Frederick.

Además, el temor a que el nuevo gobierno de Barack Obama pueda cambiar el régimen impositivo sobre ganancias de capital también podría impulsar la tendencia vendedora.