Peter Mandelson partió para sus cortas vacaciones en Italia convertido en el héroe del sector europeo de la indumentaria, por haber convencido a China de limitar sus exportaciones textiles. Pero el lunes el comisionado de Comercio de la Unión Europea volverá a su oficina acusado por los comerciantes minoristas de haber perturbado su ciclo de compras y de negarle a los consumidores el acceso a la ropa barata.

Sin embargo, en sus 20 años de turbulenta carrera política en Gran Bretaña, el funcionario se ha acostumbrado a la fina línea que separa el éxito político de la farsa barata. Obligado a renunciar dos veces al gabinete británico por estar involucrado en escándalos, en noviembre el primer ministro Tony Blair, a quien él llama “mi amigo , le dio una tercera vida política.

Ahora este ex parlamentario del laborismo británico preside el mayor bloque comercial del mundo. “No es comparable a nada que haya hecho , dijo Mandelson. Para sus amigos, es su oportunidad de convertirse en un jugador importante en el plano mundial. Pero si Blair pensó que iba a dejar atrás las controversias, se equivocó.

Tras menos de un año en Bruselas, se enfrentó de manera espectacular con Robert Zoellick, el ex representante comercial de Estados Unidos, mientras discutían por los subsidios entre Boeing y Airbus y ha tenido choques con sus colegas de la Comisión Europea. Lo que no puede decirse es que Mandelson sea un funcionario sin personalidad. Uno de sus amigos, el escritor Robert Harris, dijo una vez que, con su amor por la buena vida y la alta sociedad, es “demasiado colorido, exótico e inteligente .

Mandelson nació en Londres, en 1953, en el seno de una familia laborista. Pero la tendencia que él contribuyó a impulsar en los años 80 y 90 marcó un quiebre decisivo en relación al Partido Laborista de la generación precedente y como jefe de Medios contribuyó a la elección de Blair como líder del partido en 1994. El laborismo aflojó sus vínculos con los sindicatos y se inclinó por el sector privado y la UE. Se considera que Mandelson estuvo entre los que planearon y consiguieron la vuelta al poder del partido, en 1997.

Pero sus críticos en la Comisión se preguntan cómo Mandelson puede tener una relación peor con EE.UU. que su predecesor, Pascal Lamy, que es un socialista francés. “Creo que sobrestimó su capacidad en las relaciones de la UE con EE.UU. porque es británico. Ahora se da cuenta de que la relación es, sobre todo, económica , opinó uno de estos críticos.

Mandelson dice que su trabajo en Bruselas es “fascinante , pero lo frustra tratar de crear una política comercial aceptable para países que van desde Suecia, partidaria del libre comercio, a la proteccionista Francia. Además, aún no cuenta con un apoyo total en su propia área; José Manuel Barroso, presidente de la CE, chocó con él cuando Mandelson se opuso a fijar nuevos cupos textiles para China. El comisionado habla de “temores extremos y presiones políticas , especialmente por parte de la industria textil de Francia e Italia, que lo obligaron a ceder.

Aunque admite que los problemas del sector minorista son un tropiezo, considera un triunfo el acuerdo textil con China. Pero la máxima prueba para Mandelson llegará en los próximos meses, cuando deba trabajar con EE.UU. para destrabar la Ronda Doha de comercio mundial.

El comisionado acepta que, con Europa en una situación de bajo crecimiento, alto desempleo y temor por el auge económico de China, este no es el mejor momento para impulsar una agenda de libre comercio. Pero los británicos que apostaban a que para esta época ya no iba a estar en su puesto, deben estar desilusionados porque no sólo sigue en el cargo sino que tiene intenciones de usar su período de cinco años para probar que es un hombre de sustancia.