Cuando Etisalat, la compañía de telecomunicaciones de los Emiratos Unidos rabes, alentó a los clientes de BlackBerry a utilizar un software más actualizado para mejorar el rendimiento de sus dispositivos móviles, la firma se encontró en el medio de una controversia que la dejó mal parada.

Resultó que la actualización correspondía a spyware que Research In Motion (RIM) –el fabricante de BlackBerry– dijo que no había autorizado. Etisalat no volvió a hablar del asunto y el tema quedó en el olvido.

Todo eso pasó hace un año y muchos observadores lo consideraron un torpe intento de la empresa controlada por el Estado por espiar a los usuarios en un país que se ha ganado una reputación por sus prácticas de vigilancia.

Sin embargo, ahora que los EUA ha dicho que se suspenderán los servicios de e-mail, mensajería y búsquedas en la web de BlackBerry a partir del 11 de octubre, la controversia sobre el spyware podría interpretarse como la primera señal pública de la preocupación del estado del Golfo con respecto a la canadiense RIM.

En el centro de la disputa está la incapacidad del gobierno de los EUA de monitorear o tener acceso a los datos enviados a través de los servicios de BlackBerry. Varios funcionarios han insistido en que se trata de una cuestión de hacer cumplir las normas, diciendo que BlackBerry está operando fuera del marco legal del país dado que sus datos se envían inmediatamente al exterior, sin pasar por la infraestructura de telecomunicaciones local. Para UAE, el centro turístico y de negocios de del Golfo que está en una región muy volátil, esto implica una amenaza.

Con una población escasa y el deseo de parecer hospitalaria para turistas y hombres de empresa, el país optó por depender de una infraestructura de seguridad poco estricta que utiliza equipos de vigilancia de alta tecnología para contrarrestar las potenciales amenazas, en lugar de desplegar numerosos efectivos de las fuerzas de seguridad en las calles.

Cuando Mahmoud al-Mabhouh, un miembro del grupo militante palestino Hamas, fue asesinado en su hotel este año, la policía de los Emiratos pudo responder con una movilización que se hizo sentir en todo el mundo. Contaban con fotos y material filmado de los supuestos asesinos, además de detalles sobre sus pasaportes falsos y las rutas que habían seguido para llegar al país.

La apertura de los EUA y su condición de centro de tránsito han determinado que a través de los años atrajeran a personajes indeseables, como personas dedicadas al lavado de dinero y al tráfico de seres humanos. Analistas de seguridad de la región dicen que el hecho de que el Estado no pueda acceder a los datos de BlackBerry ha creado una brecha que las autoridades quieren cerrar.

“No se trata sólo de política y terrorismo, sino del crimen organizado, del tráfico de drogas y personas. La pelota empezó a rodar, otros países van a prestar mucha atención a esta cuestión , señaló Musfata Alani, del Gulf Research Centre, en Dubai. Poco después del anuncio de los EUA, un funcionario de Saudi Telecom dijo que Arabia Saudita también prohibiría el servicio de mensajes de BlackBerry.