Durante su campaña presidencial Barack Obama prometió hacer esfuerzos para poner fin al conflicto palestino-israelí desde el mismo minuto en que asumiera el cargo.
Cualquier esperanza de que pudiera introducirse lentamente en el complejo proceso desapareció con el bombardeo de Israel a Gaza.
El presidente electo hasta ahora no se pronunció sobre la crisis, si bien sus asesores repiten el mantra que dice: “hay sólo un presidente por vez . Pero los funcionarios sostienen que él está siguiendo los acontecimientos de cerca desde Hawai, donde está pasando unas vacaciones mientras se prepara para asumir en menos de tres semanas.
David Axelrod, alto asesor de Obama, contó el domingo que el presidente electo está decidido como nunca a actuar en Medio Oriente como una “fuerza constructiva . Pero los expertos advierten que, si bien la crisis provocó que el conflicto palestino-israelí se convierta en la máxima prioridad de la agenda de política exterior de la próxima administración, el panorama del proceso de paz se está oscureciendo rápidamente.
“Se volvió mucho más complejo y difícil una situación que ya era de por si complicada , señaló Aaron David Miller, un estadounidense y veterano negociador de la paz. “Obama heredará una crisis que inyecta más urgencia y no contará con las palancas que acelerarían o facilitarían el progreso , explicó.
El ataque de Israel a Gaza borró el avance diplomático que se había logrado en los últimos meses: Siria anunció el sábado que está suspendiendo las conversaciones indirectas con el estado judío.
A medida que el enojo en las calles entra en ebullición en todo Medio Oriente, los analistas sostienen que sería un suicidio político para cualquier estado o facción árabe apoyar un proceso de paz con Israel.
“El proceso de paz está muerto , aseguró Abdullah Alshayji, profesor de relaciones internacionales en Kuwait University. “Los israelíes están destruyendo toda confianza y quemando todos los puentes .
Los analistas también advierten que los ataques aumentarán el apoyo a los grupos militares y debilitarán a los moderados más inclinados a negociar con Israel. Los aliados árabes de Estados Unidos ya se pusieron a la defensiva frente al creciente enojo del público.
Los funcionarios árabes ya sentían profunda frustración por la falta de progreso en las conversaciones entre Israel y la Autoridad Palestina que comenzaron hace un año en Annapolis.
Las principales facciones palestinas se han dividido desde que Hamas derrotó a las fuerzas de Fatah y tomó el control de Gaza el año pasado. Han fracaso los esfuerzos encabezados por Egipto para que ambos se reconcilien
Cuando Obama ganó las elecciones, muchos árabes creyeron que Washington adoptaría un enfoque nuevo después de que la administración Bush mostró un inclinación hacia Israel a expensas de los palestinos.
Ya a principio de su campaña, Obama demostró su apertura hacia el compromiso diplomático con grupos como Hamas. Pero luego endureció su postura y recalcó su “inquebrantable compromiso con la seguridad de Israel.
Axelrod dijo el domingo que la administración Obama trabajará de cerca con los israelíes y palestinos en su búsqueda de la paz, si bien hará honor al “importante lazo entre Estados Unidos e Israel.
Durante una visita a Israel en julio, Obama expresó su apoyo a la autodefensa de Israel contra los ataques de Hamas, el catalizador del último conflicto.
“Si alguien lanza cohetes a mi casa donde duermen mis dos hijas, voy a hacer todo lo posible por detenerlos, dijo. “Y esperaría que los israelíes hagan lo mismo , señaló.
A principios de este año parecía que las tensiones disminuían: en mayo un acuerdo evitó una guerra civil en El Líbano; Siria e Israel anunciaron conversaciones indirectas; y en junio entró en vigor un cese del fuego entre Hamas y el estado judío. Pero los ataques contra Gaza y sus ramificaciones pusieron de manifiesto la precariedad de esos avances.
“Esto es un golpe a esta tendencia (positiva) que estaba buscando controlar las crisis y alcanzar una solución de conciliación, y por consiguiente trataba de preparar el terreno para que la nueva administración norteamericana realmente asumiera una nueva actitud, dijo una analista de Siria.