En las últimas dos recesiones, el sector financiero encabezó la recuperación del mercado de acciones después de que éste tocara fondo. Pero dado que los inversores aún no están convencidos de invertir en compañías que provocaron el derrumbe, salió al rescate un héroe inesperado: la tecnología.
En lo que va de este año el sector registra el mejor desempeño en el índice de referencia S&P 500, mientras que el Nasdaq Composite, que tiene una fuerte ponderación hacia la tecnología, es el único índice del mercado estadounidense que se encuentra en terreno positivo.
El Nasdaq la semana pasada terminó su séptima semana consecutiva de ganancias, por primera vez desde fines de 2005. Vale mencionar que los mercados esta semana está mirando de cerca la gripe porcina.
Con los inversores preguntándose si el panorama para el sector financiero ha cambiado para siempre, muchos creen que lo más probable es que las compañías tecnológicas sean las que se beneficien de un eventual repunte.
“Creo que las acciones tecnológicas seguirán llevando la delantera, señaló Terry Morris, vicepresidente de National Penn Investors. “Las acciones financieras aún no están listas para ir a la cabeza; ese sector continuará teniendo sus problemas en el largo plazo , comentó. “La mayoría de las compañías tecnológicas tienen poca deuda, y los Microsofts y Googles de este mundo en particular tienen mucho dinero en efectivo, agregó.
La mayor parte de las compañías del sector ha acumulado efectivo, aun en áreas donde la inversión de capital es necesariamente elevada. Se produjeron relativamente pocas fusiones antes de la crisis y los dividendos siguieron bajos hasta en las empresas que maduran rápidamente.
Dell, por ejemplo, nunca pagó un dividendo porque prefirió mantener un fuerte control sobre el flujo de caja devolviéndole dinero a los accionistas a través de recompras de acciones.
Las tácticas defensivas que aplicaron estas compañías se deben parte a todo lo que sufrieron cuando explotó la burbuja tecnológica, hecho que sigue teniendo un gran impacto psicológico.
“La experiencia de la burbuja de las puntocom dejó una marca indeleble en la conducción de las empresas tecnológicas y las llevó a ser más racionales sobre cómo y dónde invierten el dinero, señaló Robert Siewert, administrador de cartera en Glenmede.
Cualquiera sea el motivo por el cual defienden el dinero en efectivo durante los tiempos de auge, el sector ahora se encuentra mejor posicionado en el nuevo orden mundial.
Después del casi derrumbe de los mercados de deuda, los inversores comenzaron a observar con mayor detenimiento los balances de las empresas y para muchos son más importantes las posiciones en dinero en efectivo que los resultados. El endeudamiento se convirtió en una mala palabra y los inversores corren hacia las compañías que tienen el colchón de seguridad que les brinda el efectivo.
“Toda la economía mundial ha cambiado , aseguró Per Lindberg, analista de MF Global. “Nunca más vamos a ver algo similar como lo que hemos visto en términos de expansión del crédito.
Si Lindberg tiene razón, el crecimiento del sector bancario será limitado, y aquellos que apuestan a que las acciones financieras volverán a sus niveles de hace dos años probablemente se decepcionen.