En la India, más de 1000 campesinos –y numerosos vendedores ambulantes que han cambiado sus lámparas de kerosén por linternas solares– se están beneficiando con los innovadores planes de financiación que promueven el uso de equipo fotovoltaico (EF) solar. La semana pasada Aurore, la compañía sin fines de lucro, con sede en Tamil Nadu, que desarrolló estos planes ganó el premio correspondiente a la categoría Empresa de los Ashden Awards para Energía Renovable, creados por la familia Sainsbury, propietaria de la cadena europea de supermercados del mismo nombre.
Hermant Lamba, gerente de proyecto de Aurore, cree que en los próximos años el mercado de energía solar va a florecer en la India, porque la caída en los costos hará más competitiva la tecnología, que actualmente requiere subsidios del gobierno.
Pero, si bien el EF solar está cerca de lograr la viabilidad comercial en áreas donde no es posible la conexión a las redes eléctricas, la gran incógnita es si el sector puede reducir costos lo suficiente como para competir con la electricidad generada por las plantas energéticas.
El atractivo que tiene la energía solar deriva de que se la percibe como no perjudicial para la ecología y se la considera un recurso abundante y con costos declinantes. “La energía solar podría, por sí misma, cubrir la demanda mundial de energía usando menos de 1% de la tierra que actualmente se dedica a la agricultura , dijo el año pasado el primer ministro de Gran Bretaña, Tony Blair.
Pero también hay razones para sentirse escéptico. El actual crecimiento del mercado para EF solar está impulsado, en gran parte, por iniciativas gubernamentales. A alrededor de 43 centavos de dólar por kilowatt hora, sus costos casi multiplican por 10 el precio mayorista promedio de la electricidad.
Es probable que las mejoras en las técnicas de manufactura y la producción en gran escala continúen recortando los costos, pero hasta estas reducciones requerirán un esfuerzo gubernamental concertado.