La realidad que encontramos en muchas de las instituciones deportivas del país se puede resumir así: grandes pasivos, administraciones deficitarias, falta de management profesional, ausencia de controles adecuados, problemas que exigen urgente solución y pérdida de significación social. Hay, ciertamente, honrosas excepciones. Pero en términos generales debe darse el paso, y entendemos que se dará, para repensar su realidad.

Es ahí donde las consultoras debemos estar alineadas con los dirigentes para aportar nuestro mayor activo: una gran masa de conocimiento crítico y la experiencia de años junto a las mayores y mejores empresas del país.

Destacamos que nuestro lugar es junto, y no en reemplazo, porque la industria se maneja por su propia cultura y son los dirigentes deportivos quienes poseen el expertisse. No debemos caer en la equivocación de pensar que se manejará sin su participación principal, así como ellos deben ver que necesitan descansar en profesionales para poder repensar juntos el rol de sus clubes e instituciones. Vemos y entendemos posible una sinergia potenciada de la cultura deportiva con conocimientos técnicos.

La institución que comprenda que debe pensar a futuro será la que sobreviva, mientras que las que sigan tratando de gestionar sólo el día a día, atendiendo las urgencias y no pensando estratégicamente, serán las que se apaguen, ya no lentamente sino súbitamente, dentro del panorama de la industria.

Los espectáculos deportivos, como toda la industria del entretenimiento están globalizados, y en este terreno las nuevas tecnologías también aceleran el proceso: en breve podremos elegir ver cualquier partido del mundo en la computadora, celular u otra serie de dispositivos, cada vez más portables.

Si el espectáculo que se brinda no es lo suficientemente atractivo, los espectadores migrarán a otra oferta. Así, es común que un televidente decida ver partidos del Barcelona o de la Liga inglesa, ahora al alcance de todos, en desmedro del fútbol local. Revertir esa situación dependerá del proceso de desacelerar las exportaciones de jugadores (los generadores de espectáculo) para poder disfrutar durante mayor tiempo de las figuras. Esto lo lograrán aquellos clubes cuya estrategia financiera les permita vender pocos jugadores por campeonato para que cierren sus números. La única forma de cambiar esta realidad es cambiar el modelo de gestión. Esto implica utilizar todas las herramientas del management aplicadas a las organizaciones deportivas.

El desafío que nos debemos plantear para esta década es poder acompañar estos cambios y, para ello, desarrollar una nueva estrategia en las que nos apoyemos en los cursos de formación de dirigentes del management deportivo, aportando nuestro conocimiento, generando espacios de divulgación a partir de conferencias y jornadas de capacitación y abriendo las puertas a todas las instituciones que quieran ser parte del futuro de la industria del deporte en la Argentina.

El desafío está planteado. El 100 % de nuestras energías y capacidades están disponibles para apoyar un cambio porque sin dudas ésta es la década de la industria deportiva. Seamos parte todos de este cambio.