Néstor Kirchner será nomás el principal enviado del gobierno argentino como garante de la liberación de tres cautivos colombianos, en poder de la guerrilla rural de ese país. La versión sobre el involucramiento directo del ex presidente, con viaje incluido hoy a las profundas selvas de Colombia, había circulado con tanta insistencia como la empleada por el gobierno de Cristina Fernández en desmentirlo.
Finalmente, ayer por la tarde el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, y el canciller, Jorge Taiana, comunicaron formalmente en Casa de Gobierno que Kirchner formará parte de una comitiva multinacional (ver aparte) que tendrá como objetivo la liberación de los cautivos y su llegada, sanos y salvos, a territorio venezolano.
El propio Taiana será el acompañante de Kirchner, en representación de la administración argentina y según lo determinado por la Presidenta. Desde ya, hubo anuencia del propio ex presidente, de acuerdo con una estrategia común de coadyuvar a la liberación de los reteni-
dos por las Fuerzas Armadas
Re volucionarias de Colombia (FARC).
El caso símbolo es el de la ex candidata presidencial colombiana Ingrid Betancourt, secuestrada en 2002. Los liberados, antes de fin de año, según se aguarda en Bogotá y en Caracas, serán Clara Rojas, la ex compañera de fórmula de Betancourt, otra política Consuelo González y un menor de tres años, Emmanuel, hijo de Rojas y un guerrillero, y desde ya nacido en cautiverio.
De darse la libertad de este trío, permanecerían en poder de las FARC unos 44 secuestrados. La intención de la antigua guerrilla colombiana, comandada por Manuel Tirofijo Marulanda, es forzar un progresivo canje con el aproximadamente medio millar de combatientes detenidos por el gobierno de su país. Precisamente de cómo se salde esta puja dependerá el futuro del gobierno conservador de Colombia, que encabeza lvaro Uribe.
El presidente de ese país dialogó ayer con su par argentina Cristina Fernández. Quien públicamente dijo, tras los anuncios oficiales, que su gestión cree que “la República Argentina debe tener un rol de cooperación, colaboración y fundamentalmente de solidaridad con el sufrimiento humano .
En paralelo con su asunción, Cristina se comprometió con la madre de Betancourt, Yolanda Pulecio, a hacer esfuerzos en pro de la liberación de su hija. De ello aún no hay novedades, aunque se considera un paso importante la cercana entrega de rehenes, negociada entre las FARC y el gobierno venezolano de Hugo Chávez.
Esta salida estuvo a punto de fracasar, luego de que Uribe retirara el permiso a Chávez para que interviniera como mediador con las FARC, junto con la senadora opositora colombiana Soledad Córdoba.
Pero la presión internacional, en especial la efectuada por el presidente francés, Nicolás Sarkozy, aflojó la estrategia de Uribe, generalmente enrolado en un estilo duro sobre estas cuestiones, a tono con la táctica de Washington. Fue precisamente Sarkozy uno de los primeros en contactar a Cristina para que Buenos Aires coadyuve a la liberación de Betancourt, que tiene también nacionalidad francesa. Al fin, se podrá ver al austral Kirchner en la tórrida foresta del oeste colombiano. Pese a las socarronas desmentidas del propio ex presidente. Y tras la debida misión de desdecirse ordenada a Fernández y a Taiana.