Los acaudalados hombres de negocios se negarán a donar dinero al Partido Laborista mientras Gordon Brown siga estando al frente del partido, según el presidente del Labour Finance & Industry Group.
Peter Slowe, titular de este grupo que fue creado para tender puentes entre el laborismo y los empresarios, ha pedido que Peter Mandelson ocupe el cargo de primer ministro.
Slowe, que es un miembro de toda la vida del partido, le dijo al Financial Times que Brown debería dar un paso al costado en el otoño boreal para dejar paso al secretario de Industria y Comercio porque, de otro modo, las perspectivas para el laborismo serán sombrías.
Mandelson podría seguir liderando el país con su partido por un cuarto período o, si el laborismo pierde las elecciones generales, dar un paso al costado para dejar vía libre a una figura más joven como David Miliband.
“La solución podría ser una entrega de mando de Gordon Brown a Peter Mandelson en el otoño, lo que nos llevaría hasta las próximas elecciones, después de eso no sé , agregó Slowe, quien comentó con respecto a esos comicios: “no sé cómo vamos a ganar a menos que Gordon Brown aprenda de golpe la forma de comunicar las políticas y los valores del laborismo .
El dirigente aceptó que la suya es una idea “radical pero cree que la mediocre posición del partido en las encuestas demanda una forma nueva de pensar. Muchos miembros del Labour Finance & Industry Group contribuyen al laborismo, aunque hacen sus aportes en forma independiente.
Slowe explicó que como presidente, es su responsabilidad informal convencer a la gente para que done dinero al partido en el período previo a unas elecciones, y considera que esa tarea será más fácil bajo un liderazgo partidario diferente.
Es probable que estos comentarios causen preocupación en el Partido Laborista, dado que Slowe habla por alrededor de 300 empresarios influyentes. Se considera que la cifra de miembros del grupo ha caído considerablemente desde la época en que se estimaba que el partido contaba con 1000 seguidores corporativos, en los primeros tiempos del New Labour, tras la exitosa ofensiva denominada “cóctel de langostinos , liderada por John Smith. Esa estrategia combinó varios intentos concertados por ganar la confianza de las empresas y fue un proceso en el que estuvo involucrado Slowe. Desde entonces, las donaciones de los privados al laborismo cayeron marcadamente.
“La cuestión es que en los primeros días de su gobierno Tony Blair tenía un enorme talento para entender cómo era el tema de las empresas, los mercados, las Pymes. A veces pensamos que este gobierno no tiene esa misma capacidad , concluyó Slowe.