En una moderna estructura ubicada en Palaiseau, en los suburbios del sur de París, 360 científicos de Danone –nutricionistas, microbiólogos y bioquímicos– estudian y diseñan alimentos que brindan beneficios para la salud

Es allí donde el grupo alimenticio francés hace su principal investigación sobre probióticos, la bacteria que, según la compañía, facilita la digestión.

Danone está presente en el negocio de los alimentos saludables desde los años 20, cuando sus yogures se vendían en las farmacias. Pero bajo la conducción del presidente y CEO Franck Riboud, puede jactarse de ser la única alimenticia totalmente focalizada en la salud, aún cuando algunos duden que sus yogures endulzados sean saludables.

En sus 14 años en el máximo cargo, Riboud hizo cambios en el conglomerado, vendió las unidades de galletitas dulces, snacks, cerveza y quesos para concentrarse en cuatro divisiones: lácteos, agua, alimentos para bebés y una pequeña firma de nutrición médica apuntada a la tercera edad.

Ahora,el fabricante de yogures más grande del mundo, cuyo objetivo societario es “brindar salud a través de los alimentos a la mayor cantidad de personas posible , quiere que sus 700 millones de consumidores se conviertan en 1.000 millones a fines del año próximo.

Sus productos más exitosos –Activia, el yogur que Danone dice que facilita la digestión, y Actimel, la bebida láctea que se supone fortalece las defensas del cuerpo– en total facturaron u$s 5.100 millones en 2009. Esa cifra representó el 43% de las ventas de la división de lácteos frescos y una cuarta parte de los ingresos totales. La penetración de Danone en el mercado de los alimentos para la salud explica el porqué sus acciones tienden a cotizar a una prima con respecto a los papeles de Nestlé y Unilever, aunque sean alimenticias mucho más grandes.