Las exigencias de un mundo globalizado obligan a poner todos los recursos tecnológicos al servicio de los negocios.
Cada vez más, las empresas cuentan con directivos regionales los cuales muchas veces deben responder “in person a situaciones en los diferentes países a los que dirigen.
Si bien contamos con gran cantidad de elementos que facilitan la comunicación a distancia, para algunas cuestiones sigue siendo imperiosa la presencia física de los ejecutivos. Y es aquí donde los medios de transporte tienen un rol fundamental como posibilitadores del cumpliendo de esta misión.
Se hace indispensable en estos casos, para poder optimizar y administrar adecuadamente los tiempos de la “ajustada agenda de quienes viajan por negocios, contar con la disposición de un transporte que permita mantener la agilidad de la empresa.
La contratación de servicios de jets privados es una de las opciones más elegidas por las corporaciones (no sólo las multinacionales sino también las pequeñas o medianas empresas nacionales) al momento de trasladar a sus más altos representantes. Los vuelos ejecutivos permiten cambiar tiempos de espera, retrasos o cancelaciones por tiempo productivo o de descanso. A la vez que se trasladan de un punto al otro, en el día y horario seleccionado, los ejecutivos pueden descansar para poder afrontar los temas que le aguardan en su destino o bien mantener reuniones de negocios durante el tiempo de vuelo que les permitan ultimar detalles o hasta cerrar tratos o negocios.
Hace años atrás era impensado llevar adelante reuniones en las alturas o que una persona mantenga un meeting a la mañana en un país y por la tarde en otro. Hoy el confort de las aeronaves, sumado a la tecnología con las que vienen equipadas y la velocidad que alcanzan hacen que unir largas distancias en corto tiempo no sea una odisea engorrosa y estresante. Más bien por el contrario un tiempo de trabajo o descanso en un ambiente seguro y placentero.
Del mismo modo que las empresas han implementado programas de beneficios más personalizados y complejos; las exigencias de los altos puestos también han ido en franco crecimiento y los ejecutivos deben responder de un modo satisfactorio.
Es necesario entonces, para que puedan desempeñarse en pos de buscar el crecimiento y desarrollo no sólo de ellos como profesionales sino también de la empresa, que las mismas pongan al servicio de sus dirigentes este tipo de facilidades vinculadas al bienestar en su traslado.
Aunque a prio-ri pareciera que los costos fueran mayores, finalmente les re-ditúa positivamente incluso en este aspecto, ya que por un lado, mientras los empresarios se trasladan pueden continuar con su labor, y por otro, tienen la ventaja de disponer de la aeronave. Por ejemplo para recorrer diferentes destinos dentro del país o del continente sin necesidad de regresar a Buenos Aires, lo cual economiza y optimiza el traslado.
Además como el costo del viaje se mide por kilómetros recorridos y no por pasajeros trasladados, la empresa puede elegir en cada caso el jet con la capacidad que más le convenga.
“Time is Money solemos escuchar en reiteradas ocasiones, especialmente en el entorno de los negocios, en la vorágine cotidiana de estas épocas parece que el “tiempo se ha vuelto un recurso bastante escaso. Por suerte, tal como declara Michael Altshuler.
“La mala noticia es que el tiempo vuela. La buena noticia es que tú eres el piloto .
Aclaración
Federico Eisner, el autor del artículo publicado en la edición de ayer “¿Reducir el servicio al cliente? , es socio de la consultora estratégica Bain & Company.