Cuando Dubai Mall abrió sus puertas, fue promocionado como uno de los centros comerciales más grandes del mundo; su tamaño es equivalente a 200 canchas de fútbol y se utilizó más acero que para construir la Torre Eiffel. Encarnaba la extravagancia y el consumismo, las visibles características de la riqueza generada en el Golfo durante los años del auge proveniente de los petrodólares.

Pero el paseo comercial se inauguró en noviembre, justo cuando estaba apareciendo en la región el impacto total de la crisis económica global. Dubai, el centro por excelencia del shopping center, fue uno de los lugares más golpeados por la desaceleración.

Los numerosos shopping centers que operan en el Golfo todavía están repletos de gente –las desarrolladoras del Dubai Mall informaron que en mayo semanalmente lo visitaron 750.000 personas–, pero ese éxito tiene más que ver con la falta de alternativas de entretenimiento, en particular durante los agobiantes veranos.

Al igual que en la mayoría de los mercados, en Medio Oriente ha disminuido la demanda proveniente de los consumidores. Esto es particularmente evidente en el sector de lujo; los consumidores muestran mayor prudencia en sus hábitos de gasto y buscan mayor valor , contó Mohammed Alshaya, presidente ejecutivo de MH Alshaya, uno de los grupos de retailing más grandes de Medio Oriente. “Calculo que en los locales de venta de artículos de lujo, las ventas han caído 25%, comentó.

Aun los productos de consumo masivo, como los alimentos y artículos de tocador, también se vieron significativamente afectados. Si se analizan los datos de los últimos 12 meses, las ventas de esos productos muestran un saludable crecimiento de 20% en Emiratos rabes Unidos, y entre 15% y 20% en los otros países del Golfo, según Nielsen, el proveedor de información de mercado.

Pero ese es el resultado del alto nivel gasto durante los últimos momentos del auge. En la primera mitad de este año, el crecimiento cayó cerca de 1% en la Emiratos Arabes Unidos y Oman, si bien en Arabia Saudita se registró una recesión de 0,5%. En Kuwait y Bahrein, el descenso fue aún más severo, a -5% o -6%, aclaró Sevil Ermin, director gerente de Nielsen en los Emiratos.

Para los retailers como MH Alshaya, eso significó recortar planes de expansión y ajustar los cinturones.Hace un año, MH Alshaya, que tiene la franquicia de Starbucks para Medio Oriente, y posee otras marcas internacionales como Mothercare, The Body Shop, Next y Debenhams, planeaba abrir 450 locales en 2009.

Sin embargo, ahora el objetivo es 230 para fines de este año con otros 150 para 2010, principalmente en Medio Oriente pero también en Rusia, Turquía y Europa Oriental, señaló Alshaya.

Como grupo, el desempeño de la compañía está superando las expectativas este año, con un crecimeinto de un dígito, contó. Sin embargo, eso se compara con la expansión de dos dígitos del año pasado y algunos locales comerciales bajaron las persianas y hubo personal que fue despedido.

“No hay duda de que el negocio seguirá siendo difícil por algún tiempo , concluyó Alshaya.