Una pyme que se dedica a la distribución de insumos tecnológicos que nunca tuvo rechazos de cheques en sus cinco años de historia, tuvo que dejar caer parte de su cartera ante el no cumplimiento de sus clientes, que son grandes empresas que le pagan contra transferencia.

“El trade off hoy es pagar sueldos o dejar caer los cheques librados. Tampoco se puede levantar los cheques de terceros que también vinieron sin fondos, ya que la cuarentena les imposibilita la logística de este mecanismo , subraya Sebastián Bordato, director de NetFinance.

“Por otro lado, al querer ingresar a las líneas de créditos blandos, los rechazos le generan desconfianza a los analistas de créditos, quienes prefieren mirar otros casos sin esta situación. Esto se magnifica en gran cantidad de pymes que siempre fueron cumplidoras y que ahora ante el no pago de las grandes empresas, sumado al rechazo de los cheques de sus clientes más pequeños, estemos ante una ruptura de la cadena de pagos e imposibilidad de ingresar a líneas de crédito. El BCRA deberá resolver como proceder con estos rechazos a la brevedad para limpiar el nombre de quienes siempre han honrado sus deudas , aconseja Bordato.

"Los empresarios que no tienen flujo de fondos por el cierre de las actividades están prefiriendo quedarse con los pesos, rechazar los cheques y renegociar con proveedores cómo pagar después de la reapertura. Por eso es importante empezar a elaborar protocolos de reapertura de actividades, para darle alguna certidumbre a estas refinanciaciones que se están haciendo entre privados , sugiere Guillermo Barbero, de First.

Andrés Méndez, titular de AMF Economía, indica que, hasta ahora, un valor extremo se había alcanzado en la salida de la convertibilidad, al registrarse en enero de 2002 un nivel de rechazos del 10,5% de los cheques compensados.

Ahora, ya son del orden del 10% en cantidad y del 7% en monto, según reveló a este diario una alta fuente del Banco Central.

“Seguramente, en marzo, abril y mayo se superen con holgura estos porcentuales, dado el evento (la pandemia) que no fue debidamente tenido en cuenta a nivel sanitario ni económico por los agentes económicos. Hay que pararse al momento de emitir los cheques y quizás era muy difícil advertir lo que se venía , señala Méndez.

“Posiblemente, estos porcentuales tenderán a reducirse en la medida en la que los nuevos pagos incorporen la información actual. Pero las restricciones de ingresos seguirán condicionando el cumplimiento de los pagos. En el 2001 era común que ante el rechazo de un cheque, se lo reemplazaba con otro cheque que también iba a ser rechazado. Era una forma de financiarse y de pedalear. En esas condiciones, en los meses previos a diciembre de 2001, los rechazos rondaban el 7%. Por eso, pueden esperarse los niveles actuales de rechazo, tal vez más elevados aún, pero pasados unos meses tenderán a aproximarse a niveles tipo 2001 , pronostica Méndez.