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Pese a que el dólar gana centralidad con el despliegue del Tesoro de EE.UU., las tasas en pesos es la variable que desvela a los empresarios. Ayer, la caución bursátil se movió en una montaña rusa con un valor promedio ponderado de 64% anual, el día anterior rozó el 200%, para terminar la jornada al 20%. Hoy el Tesoro inyectará $ 2 billones en el sistema dado que debe pagar vencimientos de deuda que no fueron renovados en la licitación efectuada el martes, lo que podría generar alivio en la plaza.
De todas maneras, las elecciones mandan. El equipo económico se halla abocado a contener la presión cambiaria y por ello es que no impulsan una reducción adicional de las tasas. El gran interrogante es si después del 26 de octubre se producirá una normalización del costo de dinero, pero todo dependerá también del resultado de los comicios.
Las tasas de plazo fijo despegaron en sintonía, con bancos debiendo subir retornos. Al cierre de la jornada el BCRA informó que la tasa mayorista (Tamar) del miércoles, que mide los depósitos por $ 1000 millones o más a un plazo de 30 a 35 días, pasó a ser del 66% anual mientras que la Badlar, computa los depósitos de más de $ 1 millón se ubicó en 56,25%.
Con la presión cambiaria sostenida pese a las apariciones de Scott Bessent en la plaza cambiaria, el incremento en el costo del dinero se transformó en un karma para las empresas. En el Coloquio de Idea en Mar del Plata el tema figuró entre los centrales en los ámbitos de discusión.
Las tasas implícitas de los contratos a dólar futuro se movieron desde 35% anual para los de mayor plazo hasta el 65% para los más cortos. Detrás está el interrogante de cuál será el esquema cambiario dominante tras las elecciones.
Dudas por lo que viene
¿Seguirán existiendo las bandas de flotación? En el equipo económico y hasta el propio Javier Milei destacaron que no habrá modificaciones. El secretario del Tesoro Scott Bessent también se sumó a la discusión aseverando que se mantendrá el régimen cambiario vigente.
Santiago Bausili, presidente del Banco Central (BCRA), también aportó lo suyo para calmar ayer la volatilidad de tasas. "Se limpiaron los problemas heredados entre ellos el excedente de pesos por imprimir moneda para déficit fiscal (el célebre monetary overhang). Ahora están dadas las condiciones para remonetizar la economía, y la forma de hacerlo puede ser comprando reservas", dijo.
Esa ventana que abrió el titular del BCRA de intervenir inyectando pesos en la plaza vía la compra de dólares alimentó las esperanzas de una normalización monetaria tras las elecciones. Incluso hay economistas que destacan la necesidad de abandonar las metas de agregados monetarios del BCRA, que juegan un rol central en la volatilidad del costo del dinero e ir hacia un sistema de tasas manejado por la entidad rectora. No todo pasa por las bandas de flotación.
"Ahora están dadas las condiciones para remonetizar la economía, y la forma de hacerlo puede ser comprando reservas", dijo Bausili.
El impacto de las tasas de interés se siente en los crecimientos en mora y atrasos de los préstamos bancarios. Muchas entidades directamente a los niveles actuales de tasas recortan líneas a sabiendas que difícilmente se puedan pagar los créditos que se pactan con costo financiero superior al 70% anual.
Las elecciones se acercan. Pero la economía arrastra tres meses con super tasas en pesos. En el camino quedaron muchas víctimas.