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Salvador Di Stefano, conocido como "el gurú del blue", es uno de los analistas de mercado más escuchados de la City. Sus opiniones sobre la dinámica financiera son muy relevantes, entre otros motivos, porque tiene un diálogo frecuente con el presidente Javier Milei, pero pocos saben en qué invierte y qué analiza a la hora de asesorar a sus clientes.
"Yo tengo una consultora familiar en la que trabajan unas 15 personas y desde allí vendemos servicios de asesoramiento, un informe privado que lo distribuimos a través de una app y conferencias en distintos espacios y entidades", cuenta a El Cronista.
Así, detalla cuál es su actividad económica principal. Pero, por otro lado, como toda persona muy inmersa en el mundillo financiero, Di Sefano hace sus inversiones. "Como todo argentino descendiente de italianos genoveses con cierto capital, uno de los principales destinos de nuestras inversiones son las propiedades", comenta.
Señala que el hecho de tener ladrillos es un elemento que da cierta seguridad al inversor. "A la noche te abrazas a la escritura y te sentía un poquito mejor", bromea al respecto.
No obstante, también tiene parte de su capital invertido en activos financieros. "Tenemos una cartera de inversión que la manejo yo personalmente y que está compuesta por bonos en dólares y en pesos y también tiene acciones", cuenta.
En qué invierte el gurú del blue
Di Stefano comenta que su cartera es muy diversificada y que tratan de invertir en la mayor cantidad de sectores posible. "Por eso es un poquito aburrida, porque cuando el mercado sube fuerte, no trepa mucho la cartera y cuando el mercado cae mucho, no perdemos tanto", dice.
En ese sentido, observa que lo que él le recomienda al inversor es la diversificación como una estrategia defensiva, pero considera que la clave para invertir bien es basarse en el modelo de "la arquitectura de decisiones".
"Previamente hay que hacer todo un trabajo con el inversor de preguntas básicas. ¿Hacia dónde quiere ir?", apunta. Para Di Stefano, la mejor inversión es la que te deja dormir tranquilo en función a tu perfil de riesgo. Después, es clave plantearse qué porcentaje se quiere tener en propiedades, cuál en acciones, etcétera.
Objetivos y punto de partida claro
Asimismo, advierte que hay que tener en claro cuál es el valor total del patrimonio del inversor:¿cuánto vale su negocio, sus propiedades y su cartera de inversión?
Y, por otro lado, "es muy importante tener en claro los objetivos: saber si, en caso de que tu cartera de inversión aumente más que las propiedades, se va a reequilibrar las proporciones, si vos en tu vida en tu vida vas a viajar, qué porcentaje de todo lo que tenés lo vas a destinar a eso, qué vehículo para transportarte querés tener, cada cuánto lo vas a cambiar, etcétera".
"Esta arquitectura de decisiones la gente no la tiene incorporada en general. La mayoría de la gente no sabe la cantidad de activos que tiene, cuánto vale su empresa o cuánto valen los departamentos que tiene", advierte Di Stefano. Y considera que son elementos clave a tener en cuenta.
"Es muy importante tener en claro los objetivos: saber si, en caso de que tu cartera de inversión aumente más que las propiedades, se va a reequilibrar las proporciones, si vos en tu vida en tu vida vas a viajar, qué porcentaje de todo lo que tenés lo vas a destinar a eso", dice Di Stefano.
Con todo eso en mente, para Di Stefano lo que hay que pensar es una cartera de inversiones en función de los objetivos que se tienen. Por ejemplo, pensada para que cada dos años la persona tenga el dinero para el cambiar el auto o que le permita irse de vacaciones de invierno o de verano.
"Pensamos, por ejemplo, en comprar una serie de bonos en dólares que paguen cupones en determinadas fechas para que cuando cobre la persona cuente con ese dinero para hacer el viaje, o el gasto que necesite. Una cartera planificada de acuerdo al estilo de vida de cada uno", afirma.
Ni un dólar billete
Así, asegura: "Acá, en mi consultora, lo que más vale es a dónde quiera llegar el cliente. Trabajamos para que las inversiones que hagan los ayuden a cumplir sus sueños".
Por otro lado, Di Stefano considera que una decisión muy mala en materia de administración de capital es tener dólares guardados en una caja de seguridad o en el colchón. "La única ventaja que tiene tener los dólares en una caja es que la abrís y sentís el olor, no hay otra ventaja", advierte.
Así, comenta que él no tiene dólares en efectivo, si no que los tiene todos invertidos en activos dolarizados, como bonos o Cedear. "Esos dólares no pueden estar ahí tienen que ponerse a trabajar ahora", sanciona el gurú del blue.