En esta noticia

Los datos de empleo en EE.UU. replantean nuevas subas de tasas de la Fed, el cual es un factor de riesgo para la deuda local, en línea con lo que advirtió el secretario de Finanzas, Eduardo Setti esta semana en un tweet.

El mercado espera que la Fed siga subiendo la tasas y anticipan mayores riesgos para la deuda emergente así como también para los bonos argentinos.

Mirando a la Fed y datos de empleo en EE.UU

El martes pasado, el secretario de Finanzas, Eduardo Setti, publicó un tweet en el que remarcaba que, debido a la baja de los bonos de mercados emergentes, encontraba una nueva oportunidad para comprar bonos argentinos en dólares, en el marco del programa de recompra de deuda soberana por u$s 1000 millones.

Dentro de los argumentos que señalaba para justificar la baja, el secretario de Finanzas explicó que la misma se daba a causa de la suba de tasas de la Fed y el impacto sobre los bonos emergentes.

Por lo tanto, ante tal debilidad, anticipó que el Tesoro iba a comprar u$s 200 millones en bonos ese mismo día, algo que finalmente nunca ocurrió.

Lo que sí es cierto dentro del tweet de Setti es que el contexto global para emergentes luce desafiante y que los bonos han operado a la baja en el corto plazo.

En los últimos días, la deuda emergente estuvo cayendo a causa de una renovada expectativa de suba de tasas más agresivas por parte de la Fed.

La expectativa de mayores subas de tasas se activó desde el último dato de empleo en EE.UU. en el que en la economía americana creó 517.000 empleos, muy por encima del esperado.

Con estos datos, la tasa de desempleo cayó al 3,4%, la más baja desde mayo de 1969. Se esperaba que la tasa de desempleo subiera al 3,6 por ciento.

Es decir, la contratación en EE.UU aumentó en enero y la tasa de desempleo cayó a un mínimo de 53 años, lo que muestra un mercado laboral inesperadamente dinámico y que, por lo tanto, la Fed deberá seguir subiendo la tasa hacia adelante.

Rodrigo Benítez, economista jefe de MegaQM, afirmó que la economía norteamericana se ha enfrentado a un proceso distinto al de otros ciclos de subas de tasas y que probablemente bajar la inflación no sea tan fácil esta vez.

"La inflación bajó un primer escalón relativamente rápido, pero el mercado laboral sigue funcionando en una sintonía muy diferente, con aumento del costo salarial que tarde o temprano puede implicar mayores presiones inflacionarias. Esto nos lleva a pensar que el siguiente escalón en términos de inflación va a ser más difícil de bajar", anticipó.

En base a este escenario, Benítez remarca que la Fed plantea que las tasas de interés puedan requerir subas adicionales, algo que desde MegaQM también esperan.

"Acompañamos la expectativa de mayores subas de tasas y entendemos que para los miembros de la Fed, el temor a equivocarse por subvaluar el problema es mayor que el riesgo de excederse en el nivel de la tasa o tardar de más en revertir el proceso. Por lo tanto, esperamos que mientras el mercado laboral siga fuerte, con demanda de empleo sostenida, pueden producirse nuevas subas de tasas, pero ya con el ritmo de 0,25 puntos", anticipó.

A finales de enero, el mercado observaba con un 33% de probabilidad las chances de ver dos subas de tasas adicionales en 2023, cayendo al 30% un día antes del dato de empleo.

Sin embargo, tras la publicación de los datos de empleo mejor de lo esperado, la probabilidad de ver dos subas de tasas adicionales este año se disparó al 60 por ciento.

El mercado comienza a proyectar que la tasa terminal no será el rango de 4,75% y 5% como esperaba hasta finales de enero, sino que ahora comienza a ver con mayores chances de que la tasa termine en el rango de entre 5% y 5,25%, e incluso un escalón más, en 5,25% y 5,5 por ciento.

Nicolás Kohn, analista research wealth management de Balanz, remarcó que la fuerte sorpresa en los datos de empleo de enero ilustró parte de los desafíos que todavía tiene por delante la política monetaria en Estados Unidos.

En cuanto al trayecto que estima para las subas de tasas, Kohn proyecta dos subas de 25 puntos básicos en marzo y en mayo, para que luego la Fed realice una pausa algo más prolongado.

Sufre la deuda emergente

A partir de este dato, la deuda global operó a la baja y los bonos emergentes sufrieron, arrastrando también a los bonos locales,

Desde que la Fed subió la tasa el miércoles pasado, los Globales argentinos operaron a la baja, junto con la deuda de emergentes.

El índice de deuda emergente cayó 0,67% desde entonces, mientras que los Globales argentinos perdieron entre 3,4% y 5,6 por ciento.

A su vez, desde que se publicaron los datos de empleo en EE.UU. la semana pasada, los Globales argentinos cayeron entre 5% y 7%, mientras que la deuda de emergentes bajó 2,5 por ciento.

El impacto sobre la deuda local es directo ya que existe una elevada correlación con los bonos emergentes,

La renta fija emergente suele depender de las tendencias que puedan tener los bonos del Tesoro americano, los cuales dependen de los cambios de expectativas en la política monetaria de la Fed.

Por lo tanto, por derivaciones, ante mayores expectativas de subas de tasas de la Fed, suben las tasas de los bonos americanos (caen de precios) y el resto de las curvas de bonos globales se ve arrastrada a la baja, con ellos, los emergentes y la deuda local.

De esta manera, ante la expectativa de mayores subas de tasas de la Fed, la perspectiva para la deuda global tiende a complicarse.

Los analistas de PPI afirmaron que el contexto internacional no ayuda a los emergentes y que los bonos locales también sufren.

"El contexto para los emergentes no ayuda ya que creció la posibilidad de que la Fed extienda su política de suba de tasas de interés más tiempo del previsto debido al robusto dato de empleo estadounidense. En concreto, el índice de bonos emergentes en dólares acumula una baja de 2,75% desde lapublicación del dato de empleo en EE.UU. De hecho, observando la evolución de los títulos de deuda a diez años, la mediana del universo que seguimos cayó apenas 1,6% frente a un retroceso de 7,2% del GD30", detallaron.

Según el análisis de PPI; desde la publicación del dato de empleo, el cual generó una mayor expectativa de subas de tasas, los bonos argentinos fueron los que más sufrieron.

La deuda de Ecuador es la que más cae desde entonces, con una baja del 21%, seguida por Argentina, Egipto y Turquía que caen 7,2%. 5% y 3,1 por ciento.

Por su parte, Benítez advierte que, para los mercados emergentes, las mayores subas de tasas no son una buena noticia.

"El ejemplo más claro es que cuando se desaceleró la inflación y bajaron las expectativas de subas de tasas, corrigió el valor de los activos emergentes hacia el alza y se depreció el dólar. Ahora, cuando aparecen señales de un proceso que puede ser más extenso, los precios han corregido hacia abajo", explicó.

Finalmente, y en cuanto al impacto local, espera que haya mayor volatilidad, aunque con un sesgo más bien optimista.

"En el caso de los bonos argentinos, estos procesos se transmiten de igual manera, aunque muchas veces con intensidad algo mayores. De todas formas, seguimos manteniendo una visión constructiva de largo plazo, ya que entendemos que los valores de equilibrio son mayores a los actuales. Eso no quita que en el corto plazo podamos seguir viendo volatilidad y correcciones, donde las recompras de bonos del Tesoro ayudan, aunque solamente en momentos específicos", sostuvo.

Finalmente, Kohn advierte que el contexto de mayores subas de tasas de la Fed podría generar una volatilidad adicional en la deuda emergente.

"La incorporación de un escenario de mayores subas de tasas podría volver a traer presión a las tasas de interés de más largo plazo del tesoro, algo que para las tasas de mercados emergentes será difícil de esquivar. Sin embargo, el mejor prospecto respecto a la economía China debería actuar como un amortiguador parcial para los movimientos en las tasas", afirmó.