A tan solo cuatro sesiones de mercado para las elecciones legislativas del 26 de octubre y con la confirmación del swap que hizo el Banco Central (BCRA) este lunes sobre la mesa, la dinámica del dólar para la City será similar a lo largo de estos días. La incertidumbre sobré qué pasará el 27 de octubre, con el tipo de cambio y con los activos argentinos se apodera de los inversores. El dólar oficial superó la barrera de los $ 1500 y cerró en $ 1513 en los bancos, mientras que en el segmento de los financieros, el MEP marcó $ 1577,23 y el CCL alcanzó los $ 1600,90 este martes, pero retrocedió hasta los $ 1596,52. El dólar mayorista volvió a rozar el techo de la banda. Cerró en $ 1490,50 pesos, con algunas operaciones que alcanzaron incluso ese nivel y el BCRA quemó casi u$s 50 millones para contenerlo. Más temprano desde Guardian Capital señalaron: "Límite superior de la banda del día de la fecha es de $ 1.491,07. El dólar tocó los $ 1489 y salió el BCRA a mostrar los dientes, parándose en $ 1490 y ahora corrige. Le queda todavía a la rueda". Ahora el tipo de cambio mayorista opera sobre los $ 1486. El intercambio de monedas con el Tesoro de EE.UU. se convirtió en una realidad, pero la demanda dolarizadora preelectoral también. Portfolio Personal de Inversiones (PPI) lo sintetizó de esta manera: "La demanda de dolarización de portafolios del retail, típica de períodos preelectorales, se acelera. Ni siquiera la intervención del Tesoro norteamericano logró frenar del todo esta dolarización de carteras". El billete verde llega a la cita electoral con alta demanda. Leonardo Anzalone, director del CEPEC, dijo a El Cronista que, se llega a la semana previa a las elecciones "con un dólar que refleja el alto nivel de dolarización por parte de empresas y particulares, y con los instrumentos financieros en pesos que exponen que el mercado anticipa un nuevo escenario cambiario". Para el economista, la confirmación del swap con EE.UU. por u$s 20.000 millones genera un cierto respaldo para las reservas, pero no cambia los fundamentos del mercado cambiario: "La economía sigue con debilidades externas importantes y una presión inflacionaria que volvió a aparecer, lo que mantiene expectativas de devaluación", sentenció. En este contexto, Anzalone anticipa movimientos hacia una mayor demanda de cobertura en dólares y cierta presión al alza en los dólares financieros, mientras el Banco Central intentará moderar la volatilidad con su nuevo "poder de fuego", "si es que ya lo puede utilizar", señaló. Para el experto, la dinámica estará muy condicionada a señales políticas, pero los fundamentos económicos indican que la tendencia de dolarización y presión sobre los dólares financieros se mantendrá hasta después del 26-O. Algo similar escribieron en un informe del Banco Comafi: "El mercado da por hecho que el esquema cambiario cambiará después de las elecciones. En ese contexto, la reacción lógica es demandar dólares a un precio que aún se percibe como bajo en relación con el valor esperado a futuro. Por eso, la corrida cambiaria responde principalmente a expectativas desancladas, más que a un resultado electoral adverso" para el oficialismo. Desde el punto de vista del Banco, "el nivel máximo del tipo de cambio real permitido por las bandas es insuficiente para equilibrar la economía y enfrentar los shocks externos". Sin embargo, considera que el nivel de equilibrio actual es más alto que en períodos anteriores, "lo que brinda cierto margen frente a eventuales tensiones". Desde el Grupo SBS escribieron que el nivel del tipo de cambio real que surja del esquema elegido, con lo que deja la puerta abierta a cambios en el programa después del domingo, "deberá ser suficiente para permitir la acumulación de reservas, en un contexto donde, si bien las exportaciones muestran una dinámica positiva en volumen y valor, la demanda de dólares y las salidas de capital presionan las cuentas externas". Para el broker, más allá de sí el régimen actual se mantiene o se modifica, "lo fundamental es la acumulación de reservas internacionales. En la misma línea se expresó la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, quien celebró los anuncios de intervención cambiaria realizados por Bessent el jueves pasado y destacó la necesidad de un régimen cambiario robusto que facilite la acumulación de reservas". Facimex Valores se despachó en esa misma línea. "Tras las elecciones, la prioridad debería desplazarse hacia la acumulación de divisas y una agenda procrecimiento, que deje en segundo plano la desinflación". Según escribieron en su documento semanal, ya sin la urgencia de recurrir al mercado para mantener los pagos, "generar reservas de forma orgánica será clave para reabrir el acceso a los mercados internacionales". El agente de bolsa recuerda que pocos emergentes de alto rendimiento "exhiben una curva de rendimientos con pendiente negativa como la de Argentina, una señal de que los inversores perciben que gran parte del problema solo se resolverá con el fortalecimiento de la posición de liquidez". Sin embargo, ese no será el único desafío. Para Facimex, tras las elecciones, el nuevo programa económico deberá poner un foco aún mayor en el crecimiento, con resultados concretos en variables sociales críticas como: "El salario real y el empleo. Desde que la inflación mensual superó el 4%, la sociedad dejó de verla como la principal preocupación y empezó a priorizar otras cuestiones. Prueba de ello fue que el excelente dato de inflación de septiembre pasó casi inadvertido. En un país con demandas sociales cambiantes y preferencias electorales volátiles, la flexibilidad para equilibrar múltiples objetivos será esencial para sostener la viabilidad política y social del programa". Así, las demandas del mercado van más allá del esquema cambiario. Desde Criteria recordaron que el resultado electoral en la Provincia generó un desanclaje de expectativas latente. "Este proceso electoral le marcó al Gobierno, sus aliados, y su base electoral, que el manejo exitoso del proceso desinflacionario no fue suficiente para cubrir las expectativas del votante bonaerense; que el costo de dicho proceso, traducido en tasas de interés elevadas, generó presión sobre variables críticas como la actividad económica y el empleo; y que la agenda política es tan relevante como la económica, de modo que la falta de apertura al diálogo y a la construcción de alianzas estratégicas con sectores afines tiene consecuencias tangibles en las urnas". Para la sociedad de bolsa, ese cambio de expectativas se reflejó inmediatamente en los mercados financieros. "La volatilidad se incrementó, especialmente en el mercado de cambios, donde la percepción sobre la sostenibilidad del sistema de bandas y la creciente demanda de reservas ejerció presión sobre el dólar". Criteria consignó los principales eventos que marcaron el pulso del mercado desde el pasado 22 de septiembre hasta el día de hoy: Para Criteria, la pregunta central es qué sucederá el 27 de octubre por la mañana. "Nuevamente, la respuesta depende de la distancia entre expectativas y realidad", concluyó.