Comenzó la semana financiera con mayor presión cambiaria: a medida que se acerca la fecha de las elecciones legislativas, se intensifican los traspasos a la moneda norteamericana. El dólar minorista trepó 2% a $1380 mientras que se amplió la brecha con el resto de las vertientes como el MEP y el "contado con liqui". La clave pasa por el fin de las liquidaciones ayer de las cerealeras por la liquidación de exportaciones surgidas por las "retenciones al 0" dispuestas por el equipo económico hasta u$s 7000 millones. La cobertura se pudo ver en las cotizaciones de las letras y bonos con ajuste al dólar oficial, los dólar linked y las operaciones a futuro en A3 Mercados. Las tasas implícitas treparon por encima del 60% anual para los contratos de corto plazo, rendimientos que van decreciendo a medida que se extienden los plazos hasta 40% anual para junio del 2026. "Se notó un gran volumen de la letra dólar linked D31O5. Creemos que quien vendía era el BCRA ya que, en un canje con el Tesoro, tiempo atrás permutó la Lecap de septiembre por ese título. Por lo tanto, tiene los papeles para poder vender en el mercado. De esta manera brinda liquidez a quienes estén buscando cobertura cambiaria, sacando quizás algo de presión sobre Mep, CCL y futuros y de yapa, le permite absorber pesos", destacó en su cuenta de X Nicolás Capella, de IEB. Durante la jornada se conoció el Indice de Confianza en el Gobierno que mide mensualmente la Escuela de Gobierno de la Universidad Di Tella. "El ICG de septiembre fue de 1,94 puntos, nivel que representa una caída del 8,2% respecto del resultado del mes anterior, y una variación interanual negativa del 10%. Teniendo en cuenta los valores registrados durante las dos presidencias anteriores, y al igual que en el mes anterior, el ICG de septiembre se ubica en una posición intermedia: es 31,9% menor que el de septiembre de 2017, durante la gestión de Mauricio Macri y 23,1% mayor que el de septiembre de 2021, durante el gobierno de Alberto Fernández", destacó el informe de esa casa de estudios. Como este indicador en años recientes mostró una alta correlación con el resultado de las elecciones, los inversores lo tomaron como una señal negativa a la luz de los comicios del 26-O. De todas maneras la medición se realizó entre el 5 y el 15 de septiembre, antes del "efecto Bessent" e inmediatamente después de las elecciones en PBA. En base a esta información florecieron las ventas en los bonos en dólares con el riesgo país trepando 6% a 1.124 puntos. Para los próximas días se aguarda que la cobertura al dólar se mueva en función en las novedades que vayan surgiendo en materia política con impacto en el resultado esperado para el 26-0. Los porcentajes sobre los que especula el gobierno muestran un piso de 35% para LLA por debajo del cual generaría una señal muy negativa para inversores especialmente si Fuerza Patria se ubica por encima de ese número. Por encima de ese valor iría menguando el pesimismo inversor y más si se ubica por arriba del de la oposición. El clima político se tensa dado que se aguarda en las próximas jornadas una mayor embestida desde el Congreso hacia el Ejecutivo apuntando puntualmente a la reforma de los DNU de manera tal de complicarle el margen de acción al gobierno. Otra muestra de la guerra del Poder Legislativo contra el Poder Ejecutivo. Si se observa el cierre del dólar mayorista a $ 1341, el techo de la banda se muestra a 10% de distancia. ¿Lo irá a testear antes de las elecciones? Si las alzas se mantienen al ritmo de ayer, en cinco ruedas lo testeará. Nuevamente entrará en escena el BCRA para satisfacer la demanda pero ahora con los dólares acumulados por la liquidación de divisas de los exportadores. El camino es largo.