Es claro que el Banco Central se dio cuenta de que para parar la crisis lo primero es frenar la dinámica en la que entró el tipo de cambio y en esa línea sigue insistiendo. En ese contexto las medidas que tomó hoy parecen haber sido exitosas, aunque todavía falta mucho sobre todo en materia de la forma en que se envían señales al mercado.

En principio, considero que las decisiones de política monetaria y la colocación de deuda de corto plazo en dólares son pasos en la dirección correcta dadas las circunstancias porque apuntan a contener lo más urgente. Pero se tienen que complementar con medidas de comunicación a los inversores que den muestra de mayor unidad entre los distintos funcionarios que toman decisiones en el Gobierno, algo que no siempre se ve tan claro.

Hay distintas personas tomando decisiones no siempre coordinadas justo cuando necesitás un comando unificado de la macro y dar señales que restauren la confianza. Y esas señales exceden a lo estrictamente fiscal. Yo creo que esa demostración de unidad ayudaría mucho a obtener un nuevo respaldo de parte del mundo inversor.

En cuanto a las decisiones, aumento de encajes, suba de tasas y canje de Lebac, parecen haber resultado exitosas, pero eso no quiere decir que el contexto internacional haya desaparecido. Si el mercado global se sigue deteriorando mucho, algo más de depreciación del peso vamos a tener independientemente de cómo el Gobierno maneje la crisis.

El canje de Lebac por Letras del Tesoro en dólares es una necesidad de corto plazo, cuando la prioridad es enfrentar la situación cambiaria. Es cierto que dolariza más la deuda, pero la clave está en que se trata de una medida que se vuelve necesaria para restarle presión al peso.

Es todo una cuestión de cantidades. Si la dosis del remedio es chica, no veo problema, y creo que puede tener su rol positivo, que ayuda a parar la crisis.