Tras la mega licitación del Tesoro del martes convalidando tasas efectivas de hasta el 65% anual, ayer se observó una recuperación en los títulos en pesos de corto plazo y por ende, una baja en los rendimientos. El dato central fue la aparición nuevamente del Banco Central ofreciendo pases a los bancos, aspirando pesos, pero al 35% nominal anual, bien por debajo de las intervenciones previas. El dólar, en este contexto se movió en sintonía, trepando 1,9% a $ 1325. La moneda norteamericana así, a una jornada de cerrar el mes, acumula un alza de 9%, bien por encima de los rendimientos en pesos, del 3% en promedio. La reducción de tasas en pesos indirectamente impulsada por el BCRA fue bienvenida por el mercado, con los principales actores financieros disconformes con el accionar oficial, con una volatilidad riesgosa en los precios de la deuda en pesos y el impacto en el costo de fondeo para bancos, y en definitiva en el costo financiero para PyMEs y personas por los créditos a corto plazo. Ese alto nivel de tasas, el BCRA llegó a ofrecer pases por encima del 50% anual, era insostenible: con las elecciones legislativas en octubre, tasas reales tan elevadas iban a impactar muy fuerte en la actividad económica. El costo de mantener al dólar indirectamente, en torno a los $ 1300 hubiera sido alto, una suerte de victoria pírrica en esta puja financiera. Pero hay otros elementos adicionales. El alto costo de financiamiento también impactaba en el propio Gobierno, por la deuda del Tesoro. Las tasas tan elevadas, más allá del impacto en la actividad económica, iban a tener un también un efecto fiscal, por el mayor monto en concepto de intereses a abonar. Tómese en cuenta que sólo en la licitación del martes se renovaron $ 9 billones, a tasas efectivas mensuales del 4,5% promedio, $ 405.000 millones en un mes. Ello iba a terminar aumentando la desconfianza de los inversores e impulsando una mayor demanda de dólares. Un boomerang: aspirando pesos, subiendo tasas, frenado al dólar, se iba a terminar reduciendo el superávit primario y luego alimentando la suba del tipo de cambio. Las Letras y Bonos de Capitalización en pesos ayer se operaron con alzas con rendimientos del 49% para octubre y 47% anual para diciembre. "En la jornada posterior a la licitación, la curva tasa fija registró una buena performance al marcar subas promedio de 0,5%, destacándose el S31O5 que avanzó 1,2%. Por su parte, los Boncer se mantuvieron en promedio sin variaciones, mientras que los dólar linked avanzaron en promedio 0,8%. Por su parte, los bonos soberanos en dólares finalizaron la jornada sin variaciones en promedio, aunque con disparidad entre los activos, dado que mientras que el AL29 retrocedió 1,2%, el AL30 avanzó 0,7%. El Merval medido en dólares cayó 2,5% en una rueda donde los mercados emergentes cerraron a la baja en 0,7%", destacó un informe del Banco Galicia. "Las conversaciones con inversores internacionales sugieren un creciente grado de confianza en la trayectoria macroeconómica de la Argentina. Los clientes con sede en Nueva York y Londres siguen de cerca el tipo de cambio real efectivo que ha ido mejorando gradualmente. Reconocen también que el déficit por cuenta corriente se redujo significativamente en junio gracias a las robustas exportaciones de granos. En consecuencia, parece haber tolerancia a una depreciación moderada de la moneda, y muchos inversores están preparados para que el peso fluctúe hacia el rango de $ 1350-$ 1380 sin generar salidas de capital. Además, existe poca preocupación por un retorno a una inflación descontrolada", destacó ayer Grit Capital Group. Bienvenido el giro. El mercado espera que no haya giros adicionales.