El gigante tecnológico Apple no para de recibir buenas noticias. Días atrás, un informe de la consultora Interbrand detalló que se convirtió en la firma más valiosa del mundo tras desplazar nada más (ni nada menos) que a Coca-Cola.

Pasada la media rueda, sus acciones en Wall Street crecen 2,11%, hasta los u$s 486,82 cada una en el Nasdaq Composite, indicador de la bolsa neoyorquina donde cotiza la mayoría de las empresas de tecnología e internet.

¿El motivo? Trascendió que el activista multimillonario Carl Icahn cenó anoche con el presidente ejecutivo de Apple, Tim Cook, y lo “presionó duro” para llevar adelante una recompra de acciones.

“Tuve una cordial cena con Tim anoche. Presionamos duro por una recompra de 150.000 millones de dólares. Decidimos seguir dialogando en cerca de tres semanas”, escribió Icahn en su red de la cuenta de la red de microblogging Twitter.

En agosto pasado, Icahn le contó a la agencia Reuters que “Apple tiene la capacidad de hacer una recompra de 150.000 millones de dólares ahora pidiendo prestados fondos a un 3%”.

En aquella oportunidad también afirmó que “si Apple hace esto ahora y las ganancias suben en sólo un 10%, las acciones (...) deberían cotizar a u$s 700”.

Icahn puntualizó en diálogo con CNBC que su participación en Apple tiene un valor cercano a los u$s 2.000 millones y agregó que el presidente financiero de la compañía, Peter Oppenheimer, también asistió a la cena de poco más de tres horas del lunes.

David Einhorn de Greenlight Capital, otro inversor activista multimillonario y gran accionista de Apple, le imploró a Oppenheimer el año pasado que la compañía emitiera acciones preferenciales que pagaran dividendo para recompensar a los inversores e impulsar el precio de las acciones.

Einhorn dijo a Reuters en febrero pasado que Cook era más receptivo a la idea que Oppenheimer, quien en Wall Street se ganó la reputación de ser extremadamente conservador en lo relativo a la gestión de dinero.
Apple tiene un historial de liquidez mediante la inversión en bonos del Tesoro de Estados Unidos y deuda segura, pero de bajo rendimiento.

La compañía se abstiene de realizar grandes adquisiciones y reiteradamente predica un mantra de preservación de capital a sus inversores.

Cook, sucesor de Steve Jobs tras su muerte, no mencionó la cena en sus “tuits” del día.

Fuente: AGENCIAS