La tasa de adelantos en cuenta corriente, que estaba en el 44% el 1° de octubre, se triplicó y llegó al 129% el 14 de octubre, última fecha dentro de las estadísticas del Banco Central (BCRA). De hecho, lo más relevante en el mercado de pesos fue el nivel de tasa de REPO, que por momentos tocó el 200% anual. La caución fue arrastrada también, junto con otros tipos de interés bancarios y esto parece ser intencional por parte del BCRA para tratar de sofocar la demanda de dólares en el mercado de cambios. De lo contrario, no se entiende bien el propósito de la inacción y el correr el riesgo de que la situación de la economía real empeore, de acuerdo con un informe de la consultora Outlier. Sorprendentemente, las curvas de pesos no fueron tan afectadas y no se movieron tanto, sino que se mantuvieron casi invariables. Los niveles de tasa de adelantos llegaron a un máximo, con la TAMAR volviendo al 60%: como dato de color, un banco de primera línea tomaba plazos fijos al 72% de tasa nominal anual. En la licitación, el Ministerio de Economía recibió ofertas por $ 2,6 billones y adjudicó $ 1,76 billones, marcando un rollover de 45,68%, de modo que dejó $ 2,1 billones afuera de la licitación. Ese sobrante en la calle podría tanto tener efectos sobre las tasas como también presionar aún más el tipo de cambio. Ambos instrumentos de tasa fija nominal fueron dejados desiertos, aduciendo que las tasas eran excesivas y que se prefería "cancelar deuda", mientras los dólar linked se tomaron casi todo. De ahí que la licitación del Tesoro del 29 de octubre, el miércoles post elecciones, será desafiante.