El presidente libertario de Argentina, Javier Milei, se está beneficiando de la falta de rivales políticos fuertes, con menos de un tercio de los votantes capaces de identificar a un líder opositor viable casi dos años después de iniciada su presidencia.
Una encuesta de agosto compartida con el Financial Times por la consultora local Pulso, que preguntó a los encuestados por el líder de la oposición, reveló que el 43,8% respondió que no había ninguno o que no lo sabía.
Un 25,2% eligió a la expresidenta izquierdista Cristina Fernández de Kirchner, quien en junio fue inhabilitada de por vida para ejercer cargos políticos y puesta bajo arresto domiciliario tras una condena por corrupción.
Axel Kicillof -gobernador de la provincia de Buenos Aires y competidor de Kirchner por el liderazgo del peronismo, principal fuerza opositora de izquierda en Argentina- obtuvo un 9,8%. El expresidente conservador Mauricio Macri, que perdió influencia y votantes de derecha a manos de Milei, alcanzó apenas un 2,8%.
La política argentina, que durante años giró en torno a la disputa entre Kirchner y Macri, "ahora es Milei contra el anti-Milei", explicó Eugenia Mitchelstein, profesora de política en la Universidad de San Andrés, en Buenos Aires. "Puede haber muchos anti-Milei, pero ninguno es el jefe".
Milei, un excomentarista televisivo de economía, sacudió a los partidos tradicionales argentinos con su victoria como outsider en 2023. La desorientación resultante le permitió al libertario avanzar con una parte significativa de su agenda a pesar de su diminuta minoría en el Congreso, además de aumentar sus posibilidades de triunfo tanto en las elecciones legislativas de medio término en octubre como en las presidenciales de 2027.
"Todos los partidos políticos destruyeron este país, que debería ser una potencia mundial", dijo Matías Rino, un guardia de seguridad de 47 años del barrio porteño de Mataderos, de clase media, quien anuló su voto en 2023 pero está considerando votar por Milei en el futuro.
"Al menos la inflación está bajando como prometió", agregó. "Y no hay nadie más".
El peronismo -un movimiento populista enfocado en los derechos laborales que domina la política argentina desde la década de 1940- ha tenido dificultades para unificarse en torno a un mensaje claro desde que su candidato presidencial Sergio Massa perdió frente a Milei. Massa había estado al frente del inicio de la inflación anual de tres dígitos como ministro de Economía del gobierno anterior.
El destino del peronismo se volvió más incierto tras un fallo de la Corte Suprema en junio que ratificó la condena de Kirchner por corrupción de 2022. La exmandataria de 72 años -que llevó al peronismo hacia la izquierda durante su presidencia de 2007 a 2015 y sigue siendo su figura más influyente- ya no puede postularse y debe renunciar al liderazgo del partido.
Sin embargo, Kirchner cumple su condena de seis años bajo arresto domiciliario en el centro de Buenos Aires, donde aún puede saludar a simpatizantes desde el balcón de su departamento, recibir visitas de alto perfil y publicar en X.
"Kirchner será un poco como un fantasma, seguirá opinando y ejerciendo influencia", comentó Marcelo J. García, director para las Américas de la consultora Horizon Engage. "Eso es un problema para quien quiera ser el próximo líder peronista".
Kicillof, economista de izquierda de 53 años que gobierna una provincia donde vive más de un tercio de los argentinos, es considerado desde hace tiempo un heredero natural de Kirchner y rival de Milei, de 54. El libertario lo convirtió en su principal blanco en los discursos, y en junio lo calificó de "paloma estalinista".
Pero Kicillof perdió el favor de Kirchner tras acusaciones de haber marginado a su base militante de izquierda en la provincia de Buenos Aires, señaló el analista político Sergio Berensztein. "Los kirchneristas lo llaman traidor, lo cual en la cultura del peronismo es muy difícil de superar".
La mayoría de los otros posibles sucesores de Kirchner -como el senador Eduardo "Wado" de Pedro, la intendenta Mayra Mendoza y el activista Juan Grabois- tienen atractivo limitado fuera de la base kirchnerista.
Aunque la inhabilitación de Kirchner unió a los peronistas en el corto plazo, analistas advierten que algunos parecen ansiosos por dejar atrás la era kirchnerista. Sus aliados emitieron comunicados denunciando la condena como persecución política, pero varios gobernadores e importantes dirigentes sindicales peronistas se abstuvieron de hacerlo.
Otros sectores ideológicos de Argentina también están divididos. La coalición de centroderecha Juntos por el Cambio se fracturó poco después de las elecciones de 2023, y sus partidos se dividieron aún más sobre si apoyar o no las reformas de Milei. El PRO, partido conservador de Macri, sufrió una dura derrota ante La Libertad Avanza en las elecciones de mayo en su bastión de la ciudad de Buenos Aires, y varios de sus líderes se pasaron al espacio libertario.
Sin embargo, una señal de advertencia para Milei es que la oposición fragmentada se ha unido varias veces en el Congreso en los últimos meses para asestar derrotas a su gobierno.
En julio, los legisladores aprobaron aumentos a las jubilaciones y al gasto social que amenazan la principal promesa de Milei de equilibrar el presupuesto.
Milei vetó esas leyes de gasto, pero una mayoría de dos tercios podría anular su veto. El gobierno negocia con la oposición para evitar que se forme esa mayoría.
Según analistas, los gobernadores provinciales, que influyen en los legisladores, se muestran cada vez más frustrados con losrecortes de Milei a sus fondos y están menos dispuestos a respaldarlo.
Las encuestas indican que La Libertad Avanza, fundada en 2021, probablemente ampliará de manera significativa su minoría en el Congreso en las legislativas de octubre, con la posibilidad de asegurar un tercio de las bancas.
La capacidad de la oposición de reagruparse de cara a las presidenciales de 2027 podría depender del desempeño económico de Milei en la segunda mitad de su mandato, señalan los expertos.
Cumplió sus principales promesas de reducir la inflación y sacar al país de la recesión. Pero los salarios promedio siguen por debajo de los niveles de inicios de 2023 en términos reales, y los economistas advierten que el desempleo probablemente aumente a medida que el gobierno elimine las barreras proteccionistas al comercio.
Mientras tanto, la política externa de Milei, que fortaleció notablemente el peso y se basa en gran medida en endeudamiento para incrementar las escasas reservas en divisas, conlleva el riesgo de una abrupta devaluación que podría revertir sus logros contra la inflación.
"El gobierno probablemente sufra cierto desgaste de popularidad en los próximos años", dijo Berensztein. "Pero en ausencia de un gran evento macroeconómico, las chances electorales de la oposición parecen bastante limitadas".
