Con la eurozona empantanada, los titanes del mundo desarrollado están muy expuestos al riesgo. Para que la economía mundial pueda mantener algún ímpetu, tendrá que ser impulsada por los mercados emergentes de rápido crecimiento, con China a la cabeza. Sin embargo, al igual que el mundo en desarrollo, estas naciones también viven a la sombra de la mayor amenaza económica global: la crisis de la eurozona.

De Galicia a Guangdong, los negocios están más globalizados que nunca. El aumento explosivo de los vínculos financieros, unido a los tradicionales lazos comerciales, implica que las noticias económicas viajan a una velocidad sin precedentes, especialmente si son malas.

Aunque se han informado progresos en Grecia, Italia y otros Estados vulnerables de la zona, como están las cosas se estima que la eurozona caerá en recesión en 2012, lo que haría bajar el crecimiento económico global a entre 3 y 3,5%. Los lazos económicos y financieros entre la eurozona y los países en desarrollo son profundos, y crecieron enormemente en la última década. Estas conexiones contribuyeron mucho al desarrollo de la UE y los emergentes, pero también transmiten el peligro. La línea divisoria entre riesgo y recompensa puede ser muy delgada, y el paso del auge a la caída, muy rápido, como descubrieron los inversores en sucesivas crisis de emergentes.

La esperanza de una recuperación mundial sólida se debilitó a mediados de 2011 por la desaceleración en EE.UU., la inquietud por un aterrizaje brusco en China, y el pánico por Grecia. Dado que el crecimiento estadounidense parece más fuerte de lo que se esperaba y China se encaminaría a un aterrizaje suave, el foco está cada vez más en la crisis de la eurozona. Un vistazo a los datos muestra su impacto sobre los emergentes: gran venta de acciones en 2011, rendimientos sobre bonos más altos que reflejan mayores primas por riesgo y pronósticos de menor crecimiento para 2012.

El flujo de capital desde el mundo desarrollado al mundo en desarrollo ha fluctuado mucho desde 2008, y el crédito bancario hacia los emergentes vuelve a caer tras recuperarse del bajón previo de 2008/09. La región emergente más expuesta a la eurozona es Europa del este; más allá, los riesgos son menores. Aunque los exportadores asiáticos comercian activamente con Europa, ya están buscando negocios en otros mercados emergentes. Pero los mercados están tan vinculados que un shock en un centro financiero puede ser un shock para todos.