A medida que la liquidez a nivel mundial desaparec de los mercados emergentes, un diluvio de vida real ha inundado Yakarta en las últimas semanas, poniendo de relieve las vulnerabilidades económicas de Indonesia justo cuando los inversores pesimistas del mercado cambiario están al acecho.

Muchos en Indonesia dicen que Yakarta debería haber utilizado la última década de crédito barato y crecimiento rápido para construir más infraestructura -incluyendo defensas contra las inundaciones- que podría haber aumentado la eficiencia económica y aliviado la congestión que obstruye el capital.

"El gobierno no invirtió lo suficiente en infraestructura", dice Monika Oyong, que pasó cuatro días atrapado en su casa la semana pasada a causa de las inundaciones". "Por supuesto que estamos preocupados por el futuro, pero no puedo mudarme porque mi oficina está cerca y la congestión del tráfico es mucho peor si viajo a diario desde otra parte de la ciudad".

Afectada por un cúmulo de preocupaciones -incluyendo la posibilidad de que los desplazamientos ocasionados por las inundaciones puedan empujar la inflación por encima del 8,38% que se observó en diciembre-, la rupia se deslizó 0,37% frente al dólar en el comercio asiático el jueves. Desde principios del año, las inundaciones en Yakarta se cobraron más de 20 víctimas fatales y obligaron a más de 20.000 personas a huir de sus hogares.

Sin embargo, no todo es sombrío en la mayor economía del sudeste asiático. En marcado contraste con Argentina y otras economías emergentes afectadas por el reciente contagio monetario, Indonesia logró reducir su déficit de cuenta corriente en el último trimestre del año pasado, en gran medida como resultado de la política del banco central.

Las cinco alzas de las tasas, que sumaron 175 puntos básicos desde junio de 2013, junto con la caída del valor de la rupia, frenaron la demanda de importaciones.

Los economistas predicen que el déficit de cuenta corriente, que alcanzó 3,6% del PIB el año pasado, se contraerá aún más en 2014.

"En los próximos 12 meses, prevemos un déficit de cuenta corriente del 3% del PIB", sostiene Prakriti Sofat, economista de Barclays en Singapur.

En otra señal de confianza, los inversores internacionales prestaron a Indonesia u$s 4.000 millones a principios de enero: la mayor emisión de bonos en dólares de Asia desde 1998.