Las acciones de Heineken cayeron más de 8% ayer después de que la cervecera holandesa emitiera la segunda advertencia sobre sus resultados que recibe la industria en los últimos siete días. Debido al débil verano, Heineken ahora calcula que las ganancias netas de todo el año serán similares al año pasado, pese al crecimiento de 4% registrado en el primer semestre.
La compañía holandesa informó que la generalizada preocupación por la economía la llevó a experimentar debilidad en julio y agosto, su temporada de altas ventas, y que también influyeron el mal clima y la ausencia de eventos deportivos de gran escala como la copa mundial de fútbol.
Dio a conocer su panorama pesimista sólo un día después de que el indicador de confianza de los consumidores en la eurozona se derrumbó al ritmo más acelerado en veinte años, superando hasta las caídas posteriores a la quiebra de Lehman Brothers.
También Carlsberg, la cervecera danesa, la semana pasada disminuyó sus expectativas de ganancias netas. Su anterior estimación de crecimiento de 20% fue reducida a entre 5% y 10%.
Heineken avanzó más lentamente que sus competidores en la expansión fuera de su principal mercado europeo, que representa casi la mitad de sus ventas. Pero sus resultados se verán beneficiados por la adquisición en 2010 de la unidad de cerveza de Fomento en México.
