Al menos una docena de compañías chinas no cumplieron el lunes con la presentación de sus resultados anuales ante las bolsas de valores estadounidenses, lo que se suma a el temor por la deficiente administración y potenciales fraudes en el mayor mercado emergente del mundo.
China puede ser la economía importante con mayor crecimiento, pero el año pasado muchas de sus empresas sufrieron problemas contables, despidieron a sus auditores y debieron dejar de cotizar en bolsas de valores desde Nueva York hasta Hong Kong.
El hecho de no haber presentado sus resultados anuales constituye una señal de alarma para los inversores. Indica que las compañías son desorganizadas o, lo que es peor, están enfrentadas con sus auditores por la veracidad de sus estados contables.
El lunes era la fecha límite para que las sociedades extranjeras que cotizan en Estados Unidos presentaran sus balances para el año finalizado en diciembre de 2011. Hasta ayer a la mañana, doce empresas chinas habían advertido que no podrían entregarlos a tiempo.
Algunos son sólo compañías que no logran que se haga el trabajo, comentó Paul Gillis, un profesor de contabilidad de la Universidad de Beijing.
Los auditores intensificaron su control de las compañías chinas después de que en 2011 se produjeron varios escándalos, incluyendo el derrumbe de Sino-Forest, una maderera que llegó a valer u$s 6.000 millones. En particular, los auditores mejoraron sus métodos para detectar documentos falsos y confirmar saldos de efectivo en caja.
