Los lugares de trabajo actualmente están repletos de distracciones y estrés. Ya sea porque hay que hacer más con menos, o por la gran cantidad de interrupciones endémicas de las ajetreadas oficinas, los gerentes tienden a saltar de una crisis a la siguiente. El problema con eso es que rara vez encuentran tiempo para concentrarse, planificar estrategias o brindar a su gente su total atención: todo lo que hacen es reactivo.
No sorprende que muchas personas aseguren que les gustaría encontrar calma en medio de la tormenta. Una técnica llamada mindfulness basada en la meditación podría ofrecer una respuesta, y las compañías están recurriendo a ella en todos los niveles, para que el personal sufra menos estrés y sea más productivo.
El mindfulness (que podría entenderse como presencia mental o atención plena) apunta a entrenar el cerebro para que uno pueda prestar total atención al momento mismo que se está viviendo. Tiene sus orígenes en el budismo, donde es uno de los siete factores de la Iluminación y comprende conceptos como la conciencia atenta de la realidad.
En los años setenta, los psicólogos occidentales se interesaron en su potencial terapéutico. Más recientemente, las empresas reconocen que puede aplicarse a los lugares de trabajo modernos. Los empleados que practican la técnica aseguran que los ayuda a todo desde a mejorar el trabajo en equipo y las relaciones, hasta para aumentar la creatividad y el pensamiento lateral, además de reducir el estrés y la ansiedad. Ahora se usa en organizaciones tan variadas como Google, Apple, General Mills y London Underground. El mindfulness hasta hizo su debut en el Foro Económico Mundial de Davos el año pasado.
Mindfulness fomenta la autoconciencia comentó Christine Adshead, socia de PwC, el estudio de servicios profesionales. La gente a menudo hace múltiples tareas y suelen manejar varios proyectos por lo que tienen muchas cosas en la cabeza. Con mindfulness pueden dedicar 100% de su concentración a una tarea. Eso hace que uno sea más eficaz, edificante y mejore la manera de interactuar con clientes y compañeros de trabajo. También puede ser útil para tomar mejores decisiones.
Para Elisabeth Marx, psicóloga y socia de la firma de búsqueda de personal ejecutivo Stonehaven, comentó que quien practica mindfulness no se apura a tomar decisiones y se siente más abierto a observar una mayor variedad de información. La técnica también sirve en gran medida para crear resiliencia entre los líderes y equipos de liderazgo y, cuando uno tiene un gran cambio de panorama, impide que se empleen respuestas condicionadas. Yo la uso para dar un paso atrás y adquirir diferentes perspectivas.
Mark Williams, profesor de psicología clínica en el Oxford Mindfulness Center, que forma parte del departamento de psiquiatría de la Universidad de Oxford, concuerda con esa opinión: El ángulo desde el cual originalmente nos acercamos al mindfulness fue como algo para ayudar a evitar la depresión recurrente. Pero también empezamos a explorar la posibilidad de que haya beneficios más genéricos.
La práctica también tiene una sólida base neurocientífica: cuando la gente aplica el mindfulness, cambia la manera en que trabaja su cerebro. Por ejemplo, se calma la parte del cerebro que controla la pelea o las respuestas a una pelea.
Para ayudar a que el staff aproveche estos beneficios, una cantidad de organizaciones ahora dictan programas de capacitación. Algunos, como PwC, los incorporan a cursos más abarcativos, mientras que otros, como London Underground, los usan como una herramienta para reducir el estrés. Se ve que una amplia variedad de empresas está usando esta técnica, comentó
