En 2012 Samsung se convirtió en la fuerza dominate de la industria de los teléfonos móviles. Desplazó a la debilitada Nokia y se pasó a ser el mayor fabricante de todos aparatos celulares, en términos de volumen, y derrotó a Apple en la carrera por ser el productor más grande de smartphones con alto margen de ganancia.
Los datos de ventas globales muestran que Samsung está polarizando como nunca antes. Los dos claros ganadores, Apple y Samsung, están dejando atrás a casi todos sus rivales desde que lanzaron el iPhone 5 y el Galaxy S3 respectivamente. Estos dos titanes son las únicas compañías que en 2012 fueron dueñas de una participación de dos dígitos del mercado de smartphones.
Este escenario es una decepción especialmente para Nokia y HTC, que presentaron sus líneas de teléfonos inteligentes el año pasado y que, según los analistas, serán un éxito rotundo o un gran fracaso.
Sin embargo, hasta ahora las estimaciones para todo el año indican que todavía no han dado un gran paso adelante. Ambas compañías adoptaron la tan promocionada plataforma Windows Phone 8 de Microsoft, que todavía tiene que despegar pese a la fuerte campaña de marketing.
Las ventas de los aparatos fabricados por RIM también cayeron; por primera vez desde el último trimestre la cantidad de suscriptores de BlackBerry disminuyó a 79 millones.
RIM tiene las esperanzas puestas en la próxima generación de BlackBerrys. Estos aparatos que están por llegar, junto con los smartphones basados en Android provenientes fabricantes asiáticos como Sony y Huawei, serán una nueva competencia en 2013.
Pierre Ferragu, analista de Bernstein, comentó: Apple y Samsung han consolidado su liderazgo durante 2012 al punto que hoy no hay ningún contrincante creíble. A primera vista, podría parecer que este año nada detendrá su continuo éxito, pero deberíamos recordar una cosa: los consumidores pueden cambiar de parecer muy rápidamente. Hemos visto eso muchas veces en la última década, así que 2013 podría ser un punto de inflexión.
