El Fondo Monetario Internacional (FMI) está listo para suspender los pagos de ayuda a Grecia a fines del mes próximo, a menos que los líderes de la eurozona cubran un déficit de entre 3.000 y 4.000 millones de euros que se produjo en el programa de rescate de 172.000 millones de euros que está recibiendo Grecia, según funcionarios allegados a la gestión del salvataje.
La brecha surgió después de que los bancos centrales de la zona euro se negaron a refinanciar los bonos griegos que poseen, y todo esto sucede en medio de señales de que el ya recortado plan de privatización que acordó Atenas el año pasado se está atrasando.
Los funcionarios implicados en las conversaciones griegas enfatizaron que, a diferencia de las anteriores demoras en el rescate, la culpa no la tiene Atenas sino otras capitales de la eurozona. También atribuyeron las demoras en las privatizaciones a presiones externas.
El faltante forzará a los ministros de finanzas de la eurozona a discutir fuentes alternativas de financiación, dijo un funcionario, incluyendo la posibilidad de un nuevo programa de rescate para fin de año.
Pero el momento es particularmente inoportuno porque en Alemania hay elecciones el 22 de septiembre. Antes del día de la votación, la canciller Angela Merkel se mostrará reacia a solicitar más asistencia al Parlamento germano.
Los ministros de finanzas de la zona euro reunidos en Luxemburgo iban a discutir sobre la brecha griega ayer a la noche, pero lo más probable es que no surja una decisión sobre cómo cubrirla hasta fines del otoño boreal, según los funcionarios.
Sin embargo, el FMI advirtió a las autoridades de la UE que debido al faltante se verá obligado a detener los pagos de ayuda a fines de julio, aseguró una persona allegada a las conversaciones. El funcionario señaló que todavía hay tiempo para evitar la suspensión, si se encontrara una solución antes de esa fecha.
Los gobiernos deben tener al menos 12 meses de financiación para recibir desembolsos del FMI ligados a un programa de rescate. Esta última brecha de entre 3.000 y 4.000 millones de euros significa que las necesidades de financiación de Grecia están cubiertas sólo hasta fines de julio de 2014.
El déficit de financiación es un revés para Grecia justo cuando parece estar mostrando las primeras señales de recuperación y haciendo avances con las reformas al sector público.
La línea del FMI con Grecia se endureció en los últimos meses. Recientemente admitió errores en el primer rescate al país y criticó a la eurozona por no acordar con mayor rapidez la reestructuración de la deuda griega.
Una alternativa para recibir más ayuda de la eurozona sería que Atenas demore la devolución de los montos pendientes de pago que tiene el gobierno, pero eso podría obstaculizar cualquier recuperación económica en un país que tuvo siete años de profunda recesión. Grecia podría también emitir más deuda de corto plazo, pero eso es algo que los organismos de crédito habían buscado evitar.
La última brecha surgió después de que los bancos centrales nacionales, a quienes los líderes de la eurozona les pidieron que refinancien 3.700 millones de euros en bonos griegos, se negaron a hacerlo cuando las primeras amortizaciones cumplieron sus plazos el mes pasado. Eso obligó a los organismos de rescate a acelerar los pagos de ayudas que originalmente eran para otros propósitos más avanzado el programa.
Según tres altos funcionarios de la eurozona, el problema se agravó cuando algunos bancos centrales se negaron a devolver las ganancias obtenidas con sus bonos griegos a Atenas, que va a aportar 2.100 millones de euros a Grecia este año. Pero los holdouts, incluyendo Francia, recularon en los últimos días, según allegados.
Grecia este mes no logró vender Depa, su compañía estatal de gas natural, y otros activos del gobierno están enfrentando desafíos similares, cuentan los funcionarios.
Los problemas con el programa griego se producen mientras los ministros de finanzas de la eurozona se vieron obligados ayer a la noche a debatir la revisión del rescate de Chipre tras un pedido de modificaciones por parte del presidente de la isla.
