Andalucía, conocida por su impresionante patrimonio cultural y su clima cálido, también alberga una gran diversidad de paisajes naturales que la convierten en un destino perfecto para los amantes del senderismo.
La región cuenta con una joya escondida: el Parque Natural de las Sierras de Cazorla, Segura y las Villas, donde se destaca la Ruta del Río Borosa
Todo este lugar, con más de 2.099 kilómetros cuadrados de belleza salvaje, ofrece una red de senderos que permiten sumergirse en un entorno único, lleno de montañas, bosques y ríos en su estado más puro.
Puntualmente, la Ruta del Río Borosa se impone por su recorrido que ha capturado la atención de senderistas de todo el mundo. No solo por su belleza paisajística, sino también por una característica muy especial: en determinados tramos, los caminantes tienen la oportunidad de "caminar sobre el agua".
Esta aventura, de baja dificultad, se convierte en una experiencia inolvidable que culmina con la imponente cascada de 60 metros de altura, el Salto de los Órganos, uno de los puntos más impresionantes de la ruta.
Un sendero que fluye con el agua
La Ruta del Río Borosa comienza en el Centro de Visitantes del río Borosa. Desde allí, solo basta seguir las señales para bordear el curso del río, descubriendo paisajes de gran belleza y una gran biodiversidad.
Uno de los momentos más fascinantes de la ruta llega cuando los caminantes se encuentran con la famosa Cerrada de Elías, una garganta natural con imponentes paredes verticales que parecen abrazar al río.
Cascadas y puentes de madera: una travesía llena de sorpresas
A lo largo del recorrido, los senderistas se ven recompensados por una serie de hermosas cascadas que convierten la ruta en una experiencia visualmente deslumbrante. La primera de ellas es la Cascada de la Parpaya, seguida por la Cascada Tres Colas y la Cascada Calavera.
Sin embargo, la más impresionante de todas es el Salto de los Órganos, una cascada de 60 metros de altura que se desploma con fuerza, creando una de las imágenes más impactantes del sendero.
Además de las cascadas, el sendero incluye tramos donde se cruzan puentes de madera que permiten sortear el río de manera cómoda, ofreciendo vistas inigualables de las aguas cristalinas que fluyen a través del parque.
Un final de ruta lleno de magia
Continuando hacia el Picón del Haza, la ruta se adentra aún más en la naturaleza, acercándose casi al nacimiento del río Borosa. Para llegar allí, los senderistas deben atravesar dos túneles que cruzan la montaña.
El primer túnel tiene unos 200 metros de largo y presenta tramos de total oscuridad, lo que añade un toque de misterio a la travesía. El segundo túnel es algo más corto y lleva directamente a la laguna de Águas Negras, el último tesoro escondido de la ruta.