En el corazón de Porto, Portugal, se encuentra un McDonald's que rompe todos los estereotipos de la cadena de comida rápida. Este restaurante no es solo un lugar para disfrutar de las clásicas hamburguesas y papas fritas, sino también un ícono de la arquitectura art déco, que atrae tanto a locales como a turistas por su impresionante diseño interior y su rica historia.
Historia y transformación del McDonald's de Porto
Originalmente, este espacio albergaba el Café Imperial, un punto de encuentro clave para la élite de Porto desde su inauguración en 1936. Tras cerrar sus puertas en la década de los noventa, el edificio fue renovado y reabierto como McDonald's en 1995.
A pesar de su cambio de función, el establecimiento ha conservado muchas de las características originales que lo hacen destacar, incluyendo sus impresionantes vidrieras y candelabros, apunta el sitio web Local Porto.
El McDonald's de Porto, una joya arquitectónica preservada
El McDonald's de Porto, conocido como McDonald's Imperial, se sitúa en un edificio que fue meticulosamente restaurado para mantener su espíritu histórico. Los visitantes pueden admirar elementos originales como las ventanas de vidrio coloreado y el enorme candelabro de cristal que adorna el techo.
Además, la escultura de un águila de bronce en la entrada, obra del escultor Henrique Moreira, añade un toque de grandeza que recuerda los días gloriosos del Café Imperial, cuentaTravel in Portugal.
Un menú con toques locales
Aunque el menú incluye los clásicos de McDonald's, esta ubicación también ofrece ítems únicos adaptados al gusto local, como pasteles y otros dulces que reflejan la rica tradición pastelera de Portugal.
Estas delicias, junto con el café, pueden disfrutarse en un ambiente que evoca los cafés tradicionales europeos, haciendo de cada visita una experiencia memorable, diceMashed.El McDonald's Imperial no es solo un lugar para comer, sino un testimonio de cómo el pasado y el presente pueden fusionarse armoniosamente, ofreciendo tanto una experiencia culinaria como un viaje en el tiempo a través de su impresionante decoración.
El McDonald's Imperial no es solo un lugar para comer, sino un testimonio de cómo el pasado y el presente pueden fusionarse armoniosamente, ofreciendo tanto una experiencia culinaria como un viaje en el tiempo a través de su impresionante decoración.