La vicepresidenta segunda del Gobierno español y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, rechazó este lunes en Bruselas que Estados Unidos, con Donald Trump al frente, pretenda condicionar el rumbo económico global.
Afirmó que "quien representa el 15 % de la economía mundial no puede imponer sus políticas al 85% restante", en alusión directa a las posturas proteccionistas del exmandatario norteamericano.
Díaz participó en una reunión con la vicepresidenta de Empleo de la Comisión Europea, Roxana Mînzatu, donde planteó la necesidad de que la economía social ocupe un lugar central en la agenda europea.
La funcionaria española remarcó que, ante el avance de tensiones comerciales y propuestas "fallidas", como calificó a las de Trump, es urgente reforzar una visión europea más inclusiva y sostenible.
¿Por qué Yolanda Díaz critica la postura económica de Trump?
Yolanda Díaz fundamentó su rechazo a las ideas del expresidente estadounidense al considerar que sus políticas proteccionistas afectan el equilibrio global.
A su juicio, la economía estadounidense, aunque poderosa, no tiene legitimidad para condicionar los lineamientos del resto del planeta. Señaló que la comunidad internacional debe resistir cualquier intento de imposición unilateral.
La vicepresidenta subrayó que las tensiones comerciales alimentadas por discursos nacionalistas generan retrocesos sociales y mayor desigualdad.
En ese marco, planteó que Europa necesita fortalecer sus propias estrategias de cooperación y distribución equitativa, lejos de recetas que, según ella, "han fracasado en lo económico y en lo social".
¿Qué rol debería asumir Europa en este contexto?
Díaz afirmó que Europa se encuentra ante una encrucijada histórica. Frente a los desafíos que imponen los conflictosgeopolíticos, el cambio climático y las desigualdades internas, reclamó una "reinvención" del proyecto europeo, con un fuerte componente social y un modelo económico centrado en las personas.
En ese sentido, defendió con énfasis la economía social como una herramienta clave para lograr cohesión y justicia. Aseguró que esta visión debe guiar las decisiones de la Comisión Europea y alertó sobre el riesgo de retrocesos si no se refuerza el compromiso político con una Europa que apueste por el bienestar colectivo.